Recientemente, la capital oaxaqueña cumplió 490 años de haber sido elevada al rango de ciudad. Sin embargo, desde antes y después de los festejos, diversos inmuebles históricos y emblemáticos de su Centro Histórico están deteriorados.
A la acción humana se han sumado los sismos y fenómenos naturales, que con sus efectos acentúan el vandalismo dejado, por ejemplo, en la ahora Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca (UABJO), la caja de agua del templo del Carmen Alto o los daños en su similar, el templo del Carmen Bajo.
Tan sólo en esta parte de la ciudad, que tiene una declaratoria conjunta con Monte Albán como patrimonio mundial de la humanidad, autoridades estiman en cerca de 400 los bienes afectados, tanto catalogados como de otro valor arquitectónico.
En un recorrido realizado por EL IMPARCIAL, se observaron daños no sólo en la infraestructura urbana, tanto en registros de telefonía, líneas guía para personas con discapacidad visual o en rampas. El daño se percibe en prácticamente cada inmueble histórico o con otro valor.
En el centenario Teatro Macedonio Alcalá, que aunque no es considerado histórico, pero sí es un inmueble catalogado, se aprecian fracturas en parte de las cornisas y en sus acabados, algunos por los sismos que han afectado a la ciudad. Sin embargo, otros han sido provocados por la acción humana, a través de plantones que en años previos se han instalado a su alrededor o por el paso de marchas.
El edificio central de la Facultad de Derecho de la UABJO es otro de los que mantiene serios daños en su puerta ubicada en la calle Macedonio Alcalá. Desde 2016, la quema de su puerta durante una trifulca ha mantenido cerrado este inmueble.
Pero a ello se suma el abandono, pues ha carecido de mantenimiento y los daños se aprecian en sus cornisas, columnas de su fachada, ventanales y balcones, en donde los cristales están rotos y la cantera está destruida.
Los grafitis son parte de sus paredes, pues el paso constante de manifestaciones y marchas a su alrededor dejan huellas en este inmueble. En sus casos, los templos del Carmen Alto y Carmen Bajo también muestran deterioro. En el primer caso, las escaleras de acceso por la plazuela están fracturadas y con faltantes de cantera. Su histórica caja de agua mantiene grafitis o restos de estos.
En tanto, el Carmen Bajo presenta varios daños dejados por sismos y por abandono.
