La semana finalizó con una serie de robos con violencia, lo mismo en el Centro Histórico de la ciudad como en colonias y municipios conurbados.
El gordo y el flaco
Ayer por la mañana, a muy temprana hora, fue reportado el asalto a una miscelánea a la altura de la glorieta de la calzada Madero, cerca de las instalaciones del cuartel de la Policía Municipal de Oaxaca de Juárez.
Dos hombres armados, uno de ellos robusto, de 1.60 metros de altura aproximadamente, tez morena con sudadera azul y de coleta, el otro delgado, con pantalón de mezclilla color negro, ingresaron y amagaron al propietario para exigirle todo el dinero en caja.
Sin vigilancia
Desde las 20:00 horas aproximadamente del pasado sábado se denunció una ola de robos, prácticamente en serie.
A unas cuadras del zócalo capitalino fue robado un automóvil marca Tsuru, color verde con blanco. El vehículo fue hurtado en la calle de Morelos, entre Pino Suárez y avenida Juárez, según la denuncia.
La vida o la lana
Otro asalto violento ocurrió en la calle Pinos de la colonia del Bosque Norte, jurisdicción de Santa Lucía del Camino, donde un peatón fue interceptado y despojado de sus pertenencias y de sus pocos ahorros.
Empleada, la víctima
Minutos antes fue reportado el atraco a una empleada en avenida Universidad esquina con Símbolos Patrios. Hombres a bordo de una motocicleta marca Italika 125, color rojo, despojaron a la mujer de su bolso, quien sufrió de crisis nerviosa.
La dejan sin cel
Otro robo con violencia en perjuicio de otra joven ocurrió en céntricas calles de la ciudad, en Carbonera y Xicoténcatl. Hombres sin identificar despojaron del dinero en efectivo y teléfono celular a la mujer. A falta de policías algunos testigos auxiliaron a la indefensa víctima.
A punta de arma blanca
Poco antes, en la carretera a El Rosario, otro joven fue atracado a punta de arma blanca. Esto ocurrió a la altura del puente. Los delincuentes huyeron por todo el bordo del río Salado.
Testigos y víctima pidieron apoyo de policías de Santa Lucía del Camino, pero éstos al igual que su autoridad, se han hecho de oídos sordos ante los constantes reclamos de mayor seguridad.
Desatados los malandros
El pasado viernes se dio otra cadena de asaltos, tal y como se informó de manera oportuna, cuando a las 16:00 horas, cinco hombres armados irrumpieron en el negocio Omnilife, ubicado en la avenida Independencia casi esquina con la calle Santos Degollado, a unas cuadras del zócalo capitalino.
De acuerdo con los primeros testimonios, al inmueble marcado con el número 1501 llegaron los asaltantes y amagaron a los presentes. Supuestamente, se apoderaron de la cantidad de 10 mil pesos.
Más tarde, fue reportado otro asalto, en esta ocasión a la pastelería Tartamiel, en la Tercera Sección de San Antonio de la Cal., cerca de las instalaciones de la Agencia Estatal de Investigaciones.
Horas antes, por la mañana ocurrió otro asalto a mano armada en la misma zona de la Experimental.
Se reportó que cerca de la capilla, en las calles Peralvillo y Aldama, una pareja a bordo de una motocicleta interceptaron y amagaron a una persona identificada como Alberto, de 58 años de edad.
Se dio a conocer que fueron 600 mil pesos lo que los delincuentes obtuvieron. La víctima fue herida con arma de fuego.
Otro asalto ocurrió sobre la carretera federal 190, a un cuentahabiente al salir de la sucursal de Banamex. Trascendió que fue una mujer a quien los delincuentes amagaron y le arrebataron la cantidad de 25 mil pesos que había retirado.
Un día anterior, la directora y el administrador de un colegio, ubicado al norte de la capital, fueron víctimas de un violento asalto.
El Centro de Control y Comando C4 movilizó a policías y a socorristas a San Felipe del Agua, donde se suscitó el asalto a mano armada. Fue precisamente en la Calzada del Panteón esquina con Guadalupe Victoria, donde se requirió del apoyo.
En ese sitio, fueron interceptados Yolanda, directora del colegio Lomas Verdes y Roberto, administrador de la misma institución.
De acuerdo con los testimonios, hombres a bordo de un vehículo, marca Ford Fiesta, de color gris, los amagaron con armas de fuego para exigirles el dinero que llevaban.
Durante el atraco, el administrador fue golpeado por uno de los asaltantes en la nuca con la cacha de la pistola.
De acuerdo con la descripción del que golpeó, portaba ropas color negro y es de complexión robusta.
Una de las primeras versiones es que probablemente las víctimas eran perseguidas desde la sucursal bancaria a donde habían acudido a retirar dinero.
La directora explicó que regresaban al colegio luego de acudir a la sucursal de Bancomer, ubicada en Plaza Mazari.