Con 13 indicadores con nulo avance durante todo el año y la mayor parte con un cumplimiento de entre el 10 y 60 por ciento, el Instituto Municipal de la Mujer de Oaxaca de Juárez quedó rezagado en sus metas y objetivos del año 2022.
Aunque fue en abril de 2022 cuando se instaló el Consejo Municipal para la Prevención, Atención, Sanción y Erradicación de la Violencia de Género Contra las Mujeres, el instituto cuya directora es Elizabeth Domínguez Enciso no lo reportó. Es decir, que el indicador aparece con cero avances.
Al ser uno de los 40 municipios del estado que en agosto 2018 fue declarado con Alerta de Violencia de Género contra las Mujeres, el instituto tampoco garantizó la aplicación efectiva de la Ley Estatal de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia de Género, pues de acuerdo con su reporte de indicadores, esta actividad no mostró avance alguno durante todo el año. Para esto el instituto debía realizar “acciones conjuntas con instituciones estatales y federales”.
Avanzan metas para erradicar la violencia contra las mujeres
Sin embargo, el instituto reportó un 30 por ciento de alcance de metas en la creación de un Observatorio de la Violencia contra las Mujeres, con la participación de un comité ciudadano y la colaboración de organizaciones de mujeres.
Una revisión a sus indicadores de resultados muestra que al cuarto trimestre solo uno de los 58 indicadores alcanzó el 100 por ciento de cumplimiento: el de medición del “avance en el diseño de una herramienta de evaluación de avances en materia de violencia hacia las mujeres y disminución de las brechas de género”.
Sin embargo, más de la mitad (31 indicadores) mostraban cero y 25 por ciento de cumplimiento). Pero el máximo porcentaje alcanzado, con excepción de un indicador, fue del 60 por ciento.
Entre las acciones que debía realizar, el instituto se había propuesta crear un fideicomiso o “fondos especiales de ayuda para las mujeres que laboren en trabajos informales”, pero tampoco lo cumplió, según su reporte.
Otro de los rubros en los que quedó a deber, fue el de actualizar la normatividad municipal incorporando la perspectiva de género en todos los instrumentos, políticas, planes y programas municipales, ya que reportó cero avances.