La acumulación de basura en las calles del Centro Histórico de Oaxaca continúa siendo uno de los problemas urbanos más críticos que enfrenta la capital del estado. A pesar de los esfuerzos de administraciones pasadas y de la actual, la situación no ha mejorado de manera significativa, y se ha visto exacerbada por las festividades de diciembre, cuando la cantidad de residuos generados por las celebraciones y la actividad turística aumenta considerablemente.
ACUMULACIÓN DE BASURA EN LAS CALLES
Este miércoles 18 de diciembre, en pleno Día de la Virgen de la Soledad, patrona de la ciudad, varias calles del Centro Histórico amanecieron abarrotadas de desechos. En la calle Bustamante, uno de los puntos neurálgicos de la ciudad, los contenedores de basura se encontraban desbordados, mostrando una imagen de caos urbano que contrastaba con la belleza colonial que caracteriza a Oaxaca.
Por otra parte, la situación se repitió en la calle Aldama, cerca del templo de San Juan de Dios, donde enormes montones de residuos sólidos se amontonaban a un costado de la iglesia, precisamente en una zona que frecuentemente se ve afectada por este tipo de problemas. Este escenario es tan común que los vecinos y comerciantes ya lo consideran parte de la cotidianidad.
LA FESTIVIDAD, UN FACTOR QUE COMPLICA LA RECOLECCIÓN

En horas de la mañana, el Sindicato Independiente 3 de Marzo, uno de los gremios encargados de la recolección de basura en la ciudad, explicó que el retraso en la recolección de los desechos se debía a que sus miembros estaban celebrando a la Virgen de la Soledad en sus instalaciones. Durante la festividad, se celebró una misa en honor a la patrona, lo que provocó que parte del personal se retrasara en sus labores de limpieza. No obstante, desde esa mañana se reanudaron las actividades de recolección para tratar de normalizar la situación lo más pronto posible.
A pesar de las explicaciones y esfuerzos para solucionar el problema de manera puntual, el asunto de la acumulación de basura sigue siendo un desafío persistente. Las calles del Centro Histórico, especialmente aquellas cercanas a mercados, iglesias y zonas turísticas, se ven constantemente saturadas por los residuos, lo que afecta no solo la imagen de la ciudad, sino también la calidad de vida de sus habitantes.
UN PROBLEMA ESTRUCTURAL Y DE COORDINACIÓN
El problema de la basura en Oaxaca no es nuevo. Las autoridades locales han intentado diversas soluciones a lo largo de los años, desde la instalación de más contenedores hasta la implementación de programas de reciclaje, pero el aumento de la población flotante, el turismo, y las festividades tradicionales como la Guelaguetza, el Día de Muertos y las celebraciones navideñas, incrementan exponencialmente la cantidad de residuos generados.
En los últimos días, se ha observado una falta de coordinación entre los servicios públicos encargados de la recolección, lo que agrava la situación en un periodo especialmente complicado. Si bien el municipio de Oaxaca de Juárez ha hecho esfuerzos por mejorar la infraestructura de recolección y la conciencia ciudadana sobre el manejo adecuado de la basura, el sistema aún presenta fallas que deben ser atendidas de manera urgente.
LA IMAGEN DE UNA CIUDAD COLAPSADA POR LOS DESECHOS

Vecinos de las zonas afectadas expresaron su frustración por la situación.
“Es lamentable que, a pesar de ser una ciudad tan visitada, sigamos enfrentando estos problemas con la basura. Las autoridades tienen que hacer algo más que repartir volantes sobre la recolección”, comentó Jorge, un residente de la calle Aldama.
Aunque los trabajadores del Sindicato 3 de Marzo han retomado la recolección de basura, la situación sigue siendo una gran preocupación para los oaxaqueños. Con el cierre del año, las festividades decembrinas y el repunte del turismo, es previsible que la acumulación de basura continúe siendo un reto difícil de manejar, sobre todo si no se abordan de manera integral los problemas estructurales del sistema de recolección.
REQUIEREN ESTRATEGIA PROFUNDA
En ese sentido, la solución al problema de la basura en Oaxaca no se limita a una respuesta inmediata, sino que requiere de una estrategia más profunda que contemple la mejora de la infraestructura, la implementación de políticas de reciclaje más eficientes y la coordinación efectiva entre las autoridades locales, los sindicatos y los ciudadanos.
Para muchos, la acumulación de basura en las calles no es solo un problema de limpieza, sino una cuestión de dignidad y de cuidado del patrimonio. Las festividades pueden llenar de vida y color a la ciudad, pero también exigen un compromiso mayor con la gestión urbana para que Oaxaca siga siendo un lugar que los oaxaqueños y los visitantes puedan disfrutar sin las incomodidades que genera el desbordamiento de la basura.