Empleados de la Junta Local de Conciliación y Arbitraje (JLCyA) tomaron ayer las instalaciones del edificio aledaño que corresponden a la Auditoria Superior del Estado (ASE) para exigir que se respeten 18 espacios de estacionamiento que les corresponden.
Sostuvo que al no tener lugar en donde estacionar sus unidades de motor, los dejan entre cuatro o cinco cuadras después de su centro laboral, mismos que han sido atracados por delincuentes.
Por lo que determinaron suspender actividades laborales ayer viernes, e instalarse en plantón a las afueras de su centro de trabajo y bloquear los accesos al complejo aledaño como medida de presión.
Georgina Canseco, delegada de la JLCyA, dijo que por órdenes del auditor, Guillermo Menchú Velásquez les fueron negados los accesos al estacionamiento que se encuentra al interior de las instalaciones de la ASE, no obstante a que existe un acuerdo y una minuta firmada.
“Tenemos un contrato de comodato de espacios que pertenecen a la Junta Local, sin embargo, por instrucciones del auditor ya no podrían ser utilizados por los trabajadores y que no iba a ceder”, añadió.
La representante de los trabajadores del Sindicato de Trabajadores al Servicio de los Tres Poderes del Estado enfatizó que han buscado sin éxito el acercamiento con Menchú Velásquez, pero se negó a recibirlos.
“No hay diálogo, eso estamos esperando que alguien se acerque, ya sea de la ASE o de la Secretaría General de Gobierno para llegar a una solución y nos devuelvan los espacios, porque arriesgamos nuestras unidades”, explicó.
En el mismo sentido, comentó que al interior del edificio de la ASE también contaban con dos baños para uso de los trabajadores de la Junta Local, a los cuales desde hace tiempo les niegan el acceso.
La portavoz de los burócratas lamentó que la ciudadanía se vea afectada por la falta de servicios ante la Junta Local, sin embargo, dijo que la prepotencia y abuso del auditor es lo que ha originado el problema.
Incluso amagó con radicalizar las protestas la próxima semana en caso de que continúe la cerrazón del titular de la ASE, ahora conocido como Órgano Superior de Fiscalización del Estado de Oaxaca.
