A unos días de la tradicional Noche de Rábanos (que se retoma tras la pandemia) y de las vacaciones decembrinas, autoridades municipales y estatales retiraron ayer a decenas de ambulantes del centro histórico de la ciudad de Oaxaca.
Se espera que la ausencia de comerciantes, con quienes se logró un acuerdo para desocupar el área, se mantenga hasta el 31 de diciembre, último día de la gestión del presidente municipal, Oswaldo García Jarquín.
Fueron cerca de 80 los puestos del comercio ambulante que se encontraban en las calles Bustamante y Colón, en las que comerciantes establecidos y vecinos ya habían exigido su reubicación debido a las afectaciones que representaba su presencia.
En esta ocasión, a diferencia de los tres operativos previos, se sumó la Policía Estatal. De acuerdo con el ayuntamiento capitalino, el retiro es la cuarta fase del Operativo Alfa, que inició el pasado 15 de julio con el retiro y restricciones de acceso de comerciantes ambulantes a zonas como el andador turístico, la Alameda de León y el zócalo.
A diferencia de otros momentos, no se reportaron conatos de riña ni enfrentamientos entre comerciantes y policías.