Vive Centro Histórico de Oaxaca un proceso de “turistificación”

Al descartar que lo que ocurre en el Centro Histórico de Oaxaca sea meramente un proceso de gentrificación, pues como parte de la renovación urbana no se está desplazando a la población original por una nueva de mayor poder adquisitivo, la arquitecta Cecilia Rodríguez considera que lo que lo está afectando es la turistificación.

Lo que tenemos en Oaxaca es que estamos expulsando el uso habitacional y estamos generando Airbnbs, hoteles y demás y esto nos está generando una población flotante. Es más bien es un proceso de turistificación”.

La especialista, integrante también del Consejo Consultivo del Centro Histórico (un órgano ciudadano al que a veces recurre el ayuntamiento para algunos temas), aclara que, en todo caso, sería una mezcla de ambos fenómenos.

Pero que esto depende de la zona del Centro Histórico de la que se trate, pues al tener estudios detallados de cuál es la población de esta zona, los cambios de uso de suelo que se han dado en los últimos años, así como de la existencia de alojamientos temporales, es como se podrán identificar los problemas y sus soluciones.

Aun así, considera que se pueden implementar varias medidas para frenar ambos fenómenos y repoblar el Centro Histórico, pues es la población la que mantiene vivo a un centro histórico.

Es una mezcla de los dos (gentrificación y turistificación). El Centro Histórico no es homogéneo, entonces las dinámicas urbanas que se viven en cada zona son diferentes”.

De acuerdo con la declaratoria de patrimonio histórico obtenida en 1987 por parte de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), el centro histórico de la ciudad de Oaxaca abarca su colonia centro y parte de otros barrios como Santo Tomás Xochimilco y San Matías Jalatlaco.

En Jalatlaco y en Xochimilco podemos tener ciertos procesos de gentrificación, pero combinados con la turistificación porque hay propiedades compradas por extranjeros que las habitan o las alquilan, o las habitan de manera temporal”, explica.

Sin embargo, subraya que lo que más ha marcado la tendencia a la turistificación es la pérdida del uso habitacional del Centro Histórico para dar paso a negocios enfocados en las y los turistas o residentes temporales.

Asimismo, detalla que parte del problema es también la falta de datos o información gubernamental en el municipio. Por ejemplo, de un censo en el que se identifique cuál es la vivienda que aún existe en esta zona.

Pero no se tiene (el censo) y nos seguimos perdiendo. Y no nos vamos a enterar cuánto hemos perdido, solo hasta que veamos que ya no queda un solo habitante”.

Aun así, considera que se pueden generar diversas acciones gubernamentales e incluso de la iniciativa privada para frenar los efectos colaterales de ambos fenómenos.

Por ejemplo, generar programas de integración comunitaria, preservación de la identidad cultural, promoción de la diversidad y de la inclusión. Asimismo, estudiar y generar soluciones sobre cómo ofertar vivienda asequible.

Y eso se tiene que hacer tanto por parte de las políticas públicas como de la iniciativa privada”.

Otras soluciones a la turistificación son la regulación de los alojamientos temporales como los Airbnbs, no incrementar exponencialmente los impuestos prediales para quienes habitan el Centro Histórico. “Otro elemento que está expulsando a los habitantes en los centros históricos es que se está incrementando el impuesto predial”.

En cuanto a la preservación de la arquitectura colonial que le valió la declaración de patrimonio a la ciudad, la especialista también observa problemas como las intervenciones a bienes en pro de “necesidades habitacionales modernas” o de negocios.

Ante esto propone que desde las autoridades se impulsen la restauración de los edificios históricos, regulaciones de construcción, incentivos fiscales para conservación del patrimonio y uso habitacional”.

En lo privado y gubernamental, también propuso que las rentas sean accesibles y así se garantice el acceso a la vivienda. “Queremos que la gente vuelva a los centros históricos, pero si tenemos rentas por arriba de los 10 mil, 15 mil, 20 mil o 30 mil pesos, esto es inaccesible para la mayoría de la gente”.