Comerciantes de Oaxaca aumentan descuentos y promociones pero ni así suben las ventas

Descuentos del 10, 15, 20 o hasta el 30 por ciento se anuncian en multitud de comercios de la ciudad de Oaxaca. Sin embargo, es insuficiente para convencer de comprar a muchas personas. Para los propietarios de estos negocios, al igual que para consumidores, la cuesta de enero se vive “al doble”, pues le antecede una crisis laboral y económica que ha mermado los ingresos de las familias.

Pero si algo han de comprar, las prioridades son el calzado y la ropa de los niños, dice Patricia Cuevas Lorenzana, presidenta de Comerciantes Establecidos de Oaxaca, CEO. “Las ventas se cayeron”, reconoce la representante de varios empresarios de la ciudad, ubicados mayormente en el Centro Histórico y en la colonia Reforma.

Muestra de esa caída son las nulas o bajas ventas de la semana pasada, que llegaron a ser de unos 800, mil o mil 200 pesos en varios establecimientos. O incluso fueron de cero en otros. 

“A las 7:30 (de la noche), si vas al centro ya no hay nada, la economía bajó muchísimo. Al día se reportaban unos 3 mil, 2 mil 500 o 3 mil 500, era más o menos. Ahorita estamos entre 800, mil pesos o mil 200. Bajó considerablemente”, explica.

Ante esta situación, dice, varios han optado por ofrecer descuentos de hasta el 30 por ciento de descuento. “Eso ha hecho que haya un poquito de movilidad y la gente se anime a comprar. Pero pensamos que tienen miedo de que a sus hogares llegue la pandemia y por eso quieren tener algo para afrontarla”.

Esa previsión y el deterioro en la economía, añade, hace que las personas busquen “los mejores descuentos y precios”. Pero al final lo que adquieren son los productos necesarios.

Cuevas explica que en este contexto los comerciantes siguen perdiendo ingresos, pues si bien tienen algunas ventas, carecen de la capacidad de las tiendas departamentales o de cadenas grandes, en donde los descuentos pueden ser más altos o incluso hay créditos.

“Yo sé que eso beneficia a las familias, porque hay créditos que empiezas a pagar hasta dentro de tres meses y en la necesidad, la gente va a esas tiendas. Nosotros no tenemos ese alcance porque somos pequeños comerciantes que debemos vender para pagar rentas, impuestos, salarios, surtir y tener con qué atender al cliente cuando llega al local”.