Bares de Oaxaca reclaman restricciones
Con ventas que apenas llegan al 30% de lo que ingresaba antes de la pandemia por la Covid-19, los establecimientos apenas tienen para cubrir los gastos operativos.
La disposición de ley seca y la restricción del horario ha ocasionado que bares y restaurantes no logren recuperarse del impacto de la pandemia del Covid-19.
A pesar del ligero repunte en la afluencia de paseantes nacionales y extranjeros en la temporada de “muertos”, no se lograron las expectativas planteadas.
En el transcurso de la pandemia, al menos 40% de los establecimientos adheridos a la Alianza de Bares Antros y Restaurantes de Oaxaca (ABARO) han cerrado sus puertos.
Tal situación ha provocado el cierre de empresas y generó el desempleo para cerca de 500 trabajadores que despendían de este sector, informó.
A pesar de que el sector se ha preocupado por mantener todas las condiciones de higiene para que los clientes se sientan seguros, se imponen las restricciones.
Acosan al sector sobre las medidas sanitarias para dejarlos funcionar pero no actúan así con el comercio informal y los tianguis donde se concentra gran cantidad de personas.
Debido a los bajos ingresos solo logran para el pago de gasto corriente y salarios, sin alcanzar los niveles hasta antes de la aparición de la pandemia, lo cual complica sensiblemente la permanencia de los establecimientos.
El restaurantero José Luis Varela apuntó que la economía sigue muy deprimida y a pesar de que hubo calles abarrotadas en los negocios hubo bajo nivel de consumo.
Con ventas que apenas llegan al 30% de lo que ingresaba antes de la pandemia por la Covid-19, los establecimientos apenas tienen para cubrir los gastos operativos.
Admitió que la apertura ha sido difícil, pues la experiencia que viven los comensales es nula, ya que a un restaurante se va a disfrutar no a cuidarse más de la cuenta.
El cabildo de Oaxaca de Juárez suspendió de forma temporal la venta y consumo de bebidas alcohólicas en los establecimientos comerciales los días 30 y 31 de octubre, así como el 1 y 2 de noviembre.
Con la medida se buscó evitar la transmisión del coronavirus durante las festividades alusivas a la temporada de Día de Muertos.