Padres de familia de Oaxaca no muestran simpatía por el movimiento de la Sección 22
Menos grilla y más clases
Los cartones en el piso, cordeles que penden de lonas multicolores y trabajadores de la educación en movilización permanente en el Zócalo y Alameda de León, convierten al Centro Histórico de Oaxaca en un sitio no atractivo para el turismo.
De paso, los 32 grados centígrados que se registraron en la ciudad surtieron un efecto de somnífero en los docentes plantados, quienes poco después del mediodía dormían a pierna suelta en las calles de Hidalgo y Guerrero, en el primer cuadro del centro capitalino.
Por segundo día consecutivo miles de escuelas continuaron cerradas, debido al paro de labores indefinido que inició la Sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), desde el 28 de mayo, para demandar diálogo con la federación.
Sin más, 1.2 millones de estudiantes de educación básica de 13 mil 400 escuelas han sido afectados ante la falta de clases, lo que —a decir de los padres de familia— pone en riesgo el cierre del ciclo escolar 2017-2018.
No obstante, en el punto tradicional de concentración masiva de mentores, el ambulantaje no los podía dejar solos y se han apoderado de las plazas principales del Zócalo y Alameda, como “solidaridad” a su lucha democrática.
En el tendido de cordeles y mecates, los manifestantes han dañado el mobiliario urbano de la capital oaxaqueña, dado que en algunas calles ya se observan postes de iluminación derribados.
En su justificación plasmada en cartones y colgadas de las lonas y casas de campaña improvisadas, denuncian la cerrazón del gobierno a atender su pliego petitorio.
Una de las demandas principales de los integrantes de la Sección 22 del SNTE es la abrogación de la Reforma Educativa, cesar el acuerdo de bilateralidad con el IEEPO, la cancelación de la evaluación, y lograr el pago a profesores.
En otro punto del extenso pliego de demandas, los trabajadores de la educación exigen la reconstrucción de escuelas afectadas por los sismos del pasado mes de septiembre, justicia por el atentado en Nochixtlán y la liberación de presos políticos.
Pero la instalación del plantón en varias calles del primer cuadro del Centro Histórico no generó simpatías por parte del comercio formal y mucho menos por parte de los padres de familia, quienes exigen a los mentores dejen la grilla (electoral) y regresen a las aulas.
