Sección 22 recuerda el frustrado desalojo
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Sección 22 recuerda el frustrado desalojo

Marchan maestros de la Sección 22 de Viguera al zócalo para demandar justicia por el conflicto del 2006


Sección 22 recuerda el frustrado desalojo | El Imparcial de Oaxaca

“Nos sorprendieron. Fue a las 5:00 de la mañana y los pocos que habíamos en el zócalo y la Alameda estábamos dormidos. Los gritos nos despertaron por completo porque los policías llegaron con insultos, arrancaron los plásticos, las pocas casas de campaña y nos despojaron de sábanas y cobertores. Así nos despertamos el 14 de junio de 2006”, recordó la profesora Josefina.
Ya en la marcha para recordar aquellos sucesos, señaló: “Nos garrotearon a todos, pero sólo unas horas les duró el gusto porque después nos organizamos y fuimos por ellos. Ahí se acuñó la frase ?ya cayó… ya cayó… Ulises ya cayó!. Por eso vamos a recordar esto”.

La marcha por el onceavo aniversario del frustrado desalojo inició minutos después de las 11:00 horas. Poco a poco fueron llegando los trabajadores de la educación de la Sección 22 y empezaron a bloquear la avenida en Trinidad de Viguera.

Los maestros ahí reunidos recordaban aquellos sucesos. Como el profesor Adán Ortega que platicó que él se encontraba en el dispensario médico del Hotel del Maestro, cuando les avisaron que los policías habían desalojado a sus compañeros que se encontraban en el zócalo y la Alameda.

“Serían las 6 de la mañana cuando nos dijeron y fue entonces cuando nos organizamos y fuimos al centro a ver lo que sucedía. Desde esa hora hasta las 9 de la mañana estuvo buena la bronca para volver a entrar!.

“Fueron momentos muy tensos, ya que poco a poco fuimos rodeando el zócalo y la Alameda y aunque desde helicópteros se lanzaban gases lacrimógenos y se daban instrucciones para informarles a los policías la cantidad de gente que había. Detuvimos a varios policías que intercambiamos por compañeros detenidos”.

A partir de ese momento, expresó, “el movimiento rompió con el gobierno de Ulises Ruiz y con Jorge Franco Vargas, secretario general de Gobierno, quien fue el brazo ejecutor. Nos fuimos al paro indefinido que duró más de seis meses. Hubo respuestas solidarias de organizaciones afines en el estado y de otras partes del país”.

A través del alta voz se pidió a los asistentes tomar sus posiciones: atrás del carro de sonido los integrantes del Comité Ejecutivo Seccional, después los jubilados y pensionados así como los familiares de las víctimas.

Al frente, el dirigente Eloy López Hernández dijo que se encuentran en una etapa de reorganización y a pesar de no es el mismo contingente de años anteriores, el magisterio no ha perdido fuerza.

“Estamos en un proceso para actuar en el caso de que sea necesario, uniéndonos en el marco del respeto a las leyes. Se está tratando de poner orden para que se actúe como es debido, lo que no significa que estemos debilitados sino adecuándonos a las condiciones”.

A pesar de estar nublado, con amenaza de lluvia, los trabajadores de la educación tomaron un carril de la carretera 190 con destino al centro de la capital del estado. Con ánimo desbordado, entre chistas, risas y comentarios de todo tipo.

Gerardo Martínez Morales, secretario de Organización, también recordó que a 11 años del frustrado desalojo, no se han esclarecido la muerte de 20 personas que participaron en el movimiento.

“Por eso mantenemos desde entonces nuestra exigencia de castigar a quienes se señalan como culpables, encabezados por el entonces gobernador Ulises Ruiz Ortiz y muchos de sus colaboradores”.

En el trayecto, unos mozalbetes agredieron a reporteros gráficos cuando captaron el momento en que fue agredido un policía vial que acompañaba al contingente.

A su paso, los vándalos se dedicaron a pintarrajear muros y fachadas de casas y edificios, y hasta las puertas de cristal de una institución bancaria, quienes con el rostro cubierto y spray en mano escribieron sus consignas. Uno de ellos, preguntando como se escribía para evitar las faltas de ortografía.

Ya en el zócalo, los discursos, los pronunciamientos, las consignas. Y como en aquel 2006, la exigencia de castigo para que quienes ellos consideran los culpables: Ulises Ruiz y compañía.

Varios de ellos ya fallecidos, como Lino Celaya Luría y otros más condenados a ser recordados por enemigos del magisterio democrático. Así lo escriben en las paredes, así lo gritan en las calles.


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