Durante más de un año y medio, el Hospital Materno Infantil ubicado a un costado de El Ramal, sobre la carretera federal 168, tramo Juchitán-Espinal, fue habilitado como Hospital INSABI, en donde se brindó atención médica a las personas que sufrieron complicaciones por Coronavirus (Covid-19), procedentes de diversos puntos de la región del Istmo de Tehuantepec.
Al disminuir los casos, el personal de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) que tuvo a su cargo la seguridad, mantenimiento y administración de las instalaciones, se retiró del lugar sin notificar a las autoridades municipales, por lo que el inmueble quedó abandonado por meses.
Durante la mañana del pasado viernes, Jazmy Jyhan Laborie Nassar, Coordinadora de Infraestructura Nacional del Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI), acompañada de Sandra Moya, jefa de enfermeras, y autoridades municipales de Juchitán de Zaragoza, realizaron un recorrido de supervisión por las instalaciones del Hospital Materno Infantil.
Posteriormente, los funcionarios federales sostuvieron una reunión con los integrantes del cabildo municipal que encabeza Emilio Montero Pérez, a quienes informaron que este lunes 14 de noviembre inician los trabajos de rehabilitación del edificio médico.
Dichos trabajos tendrán una duración de tres meses, por lo que las autoridades del INSABI esperan entregar el nosocomio durante la primera quincena del mes de febrero de 2023, cuando entre en funciones, con el fin de atender a los habitantes de los pueblos del Istmo.
Los equipos que se usaron durante los meses críticos de la pandemia para atender pacientes Covid-19, fueron desmantelados y distribuidos a los hospitales de la región, como el Hospital General de Juchitán que recibió monitores volumétricos, tanques de oxígeno y ventiladores.
