El presidente Enrique Peña Nieto encabezó junto con autoridades gubernamentales, municipales y mandos navales y militares la ceremonia de botadura de la patrulla de largo alcance ARM “Reformador” POLA-101. Con motivo del Día de la Armada de México.
En presencia del gobernador del estado Alejandro Murat, presidentes municipales y los secretarios de Marina-Armada de México, almirante Vidal Francisco Soberón Sanz, y de la Defensa Nacional, general Salvador Cienfuegos Zepeda fueron testigos de la botadura de la patrulla reformador que forma parte de la flota naval que se construyó en el Astillero de Marina de Salina Cruz con mano de obra calificada.
Además en parte de las piezas se construyeron en el Astillero de Holanda con el cual permitió construir esta moderna embarcación que cuenta con tecnología de punta.
Esta fue la última ceremonia oficial que realizará como mandatario al inaugurar la botadura de la Patrulla Oceánica de Largo Alcance (POLA-101) en Oaxaca.
Dentro del protocolo para la botadura, la primera dama, Angélica Rivera de Peña, sería la madrina y encargada de romper la botella y bautizar el buque como ARM Reformador POLA-101. Pero finalmente una funcionaria fue la encargada de darle seguimiento al bautizo.
El secretario de Marina-Armada de México, almirante Vidal Francisco Soberón Sanz dijo sentirse orgulloso por la construcción de uno de los barcos que estará al servicio de la Marina por ser moderno, pero sobre todo cuenta con sistemas tecnológicamente compatibles con los de otras armadas y países miembros de la Organización del Tratado Atlántico Norte (OTAN).
Además de formar parte de la flota naval que en los últimos tiempos han sido construidos con mano de obra oaxaqueña calificada en el Astillero 20 de la Secretaría de Marina-Armada de México (Semar). Esto pone en alto a Oaxaca como uno de los pioneros en cuanto a construcción naval se refiere al sostener que es el primer buque de su línea en la Armada de México.
El barco Reformador POLO-101 explicó fue construido sin duda con material cien por ciento mexicano, pero sobre todo destacar la mano de obra que se empleó para su construcción en lo que corresponde al civil y militar.
Aparte de la generación de empleo que se dio a los habitantes del Istmo de Tehuantepec al ser contratados para laborar en diversas actividades de los talleres con que cuenta el Astillero de Salina Cruz.
