Personal de la Secretaría de Marina lleva ayuda humanitaria a los habitantes de San Mateo del Mar y sus agencias, tras el sismo que devastó gran parte de esa zona Ikoots.
Mediante una coordinación con funcionarios de los dos niveles de gobierno, diseñaron un plan para poder ayudar a las familias en la reconstrucción y limpieza de sus viviendas que resultaron dañados por el movimiento telúrico.
En la cabecera municipal se instaló una cocina comunitaria por parte del personal de la Secretaría de Marina-Armada de México para atender a la población.
En su mayoría mujeres y niños quienes con un plato de plástico y una cuchara se acercaban para poder solicitarles a los militares una ración de comida para poder mitigar su hambre.
Josefina Hidalgo, es una mujer que poco habla el español y más en su dialecto Ikoots, pero aun así comentó con voz entrecortada que aún se siente enferma y triste, porque pudo presenciar como su pequeña casita se derrumbó.
Vestida de enagua, huipil y descalza, ella al igual que sus paisanas saben que estuvo muy difícil hace ocho días cuando se registró el temblor que acabó en cuestión de minutos con muchos hogares.
La risa es el reflejo que esconde el miedo que aun sienten los habitantes de San Mateo, por las réplicas que no han cesado desde el 7 de septiembre y que los tiene con los nervios a flor de piel.
Los militares en brigadas, recorren casa por casa en busca de ayudar a las personas que aún se resisten a abandonar sus hogares y permanecen algunos en el patio.
Esta población que tiene cerca de 3 mil habitantes, solo en la cabecera municipal donde se les da atención y esperan que otras habitantes que residen en las agencias puedan también recibir ayuda y un alimento caliente.
“Estamos dándole una ración a cada persona sin distinción alguna y lo haremos durante todo el día, en la medida de las posibilidades”, expresaron los responsables de la cocina.
La Semar ha sido una de las instituciones que ha estado apoyando en las labores de rescate, búsqueda y ayuda, así como atención y salvamente de las personas en situación de desgracia.
