Un conato de incendio en la Subestación eléctrica en la casa de bombas del área de 500 mil barriles al interior de la Refinería Antonio Dovali Jaime, provocó pánico entre la población. Al menos 70 mil familias fueron evacuadas por el personal de la Marina, Ejército y Protección Civil.
A las 08:50 horas, se activó la alarma debido a que el agua que alcanzó los tres metros de altura inundó la Subestación Eléctrica, lo que provocó que comenzarán a estallar y de inmediato el área de 500 mil barriles comenzará arder, restando un fuego incontrolable.
A las 09:10 horas, bomberos de la Refinería Antonio Dovali Jaime y el personal de seguridad, así como ingenieros se concentraron en el área, pero se les dificultaba entrar debido a que es un área que está completamente inundada.
De forma escalonada, los transformadores fueron estallado conforme el fuego se propagaba. En tanto que con un líquido especial que era enviado al fuego para contener el incendio que alcanzó un kilómetro de altura y las bocanadas de humo que eran incesantes.
A las tareas de control del incendio a sumaron cuerpos de rescate de diversas instituciones, quienes batallaban para controlarlo.
De acuerdo a datos oficiales hay siete empleados de Pemex que permanecen hospitalizados, principalmente por quemaduras y su estado se fue reservado.
Después 40 minutos de registrarse el incendio el Gobierno municipal solicitó el apoyo de la Décima Segunda Zona Naval de la Secretaría de Marina para aplicar el plan de evacuación de las familias que se encuentran en los alrededores de la factoría.
Las familias de las colonias Petrolera, Istmeña, César Linton, Porfirio Díaz, Deportiva, Los Pinos, así como las agencias de Boca del Río y Bahía la Ventosa, así como San Antonio Monterrey fueron evacuadas.
En tanto que otras familias por sus propios medios abandonaban sus hogares para refugiarse y ponerse a salvo.
El vocero de Pemex Franco Azua indicó que la prioridad era controlar el incendio. Además no había pérdidas humanas, sólo heridos durante el incidente en la Refinería.
Los estruendos continuaban escuchándose y eso alarmaba a la ciudadanía.
Las emanaciones de humo negro que eran enviados a los quemadores no cesaban y se alcanzaba a apreciar a varios kilómetros.
Rogelio Ríos, gerente de desarrollo social de Pemex informó que el fuego estaba controlado y que no había riesgo para la población.
La avenida de los Cuatro Carriles se congestionó por el tránsito vial que provocaron las miles de familias que deseaban abandonar la ciudad.
