Un tribunal de Bolivia sentenció a 25 años de prisión a un exsacerdote por abusar sexualmente de un menor de 11 años y que fue expulsado del estado clerical, informó este sábado la Fiscalía del país.
La audiencia que fijó la pena contra Javier Temo Oliva se celebró el viernes en un juzgado de Cochabamba “donde la víctima reconoce al acusado como su agresor”, según la declaración del fiscal que conoció el caso citado en un comunicado de la Fiscalía.
Los abusos del sacerdote se produjeron en 2013, cuando el menor tenía 11 años, cuando se quedaba a dormir en la casa de la víctima y ‘compartían la cama’ en ausencia de sus padres.
El sacerdote logró por un tiempo que el niño permaneciera callado dándole juguetes y diciéndole que lo que pasaba “era un juego entre ellos y que no debía contarle a nadie”, según la nota de Fiscalía.
Los abusos duraron hasta fines de 2014, momento en el que el menor contó a sus padres lo que pasaba el que llamaba tío para luego denunciarlo ante las autoridades.
La condena establece que Javier Temo Oliva “deberá cumplir sentencia en el penal de El Abra”, de Cochabamba, sitio en el que ya guardaba detención preventiva, de acuerdo a los reporte de los medios locales.
El exsacerdote dejó la Iglesia católica porque además tenía mujer y una hija, según la Fiscalía.
Sin embargo, el excura católico pasó a formar parte de la Iglesia Católica Apostólica Nacional Boliviana, que es desconocida por la Santa Sede y está conformada por sacerdotes casados que celebran sacramentos, según algunas publicaciones suyas en Facebook y algunos de sus allegados consultados.
Los casos más conocidos de abusos en Bolivia por parte de miembros del clero son los del sacerdote Eduardo Revich en 2007, del cura uruguayo Juan José Santana ese mismo año y del presbítero José Mamani en 2009, todos acusados de abusar de niños que vivían en internados rurales que dirigían.
Revich se suicidó tras saber que fue sentenciado, en cambio Santana se fugó a su país luego de que hacerse públicas las denuncias en su contra, mientras que Mamani es el único que cumple una condena de 22 años de reclusión.
Recientemente otro sacerdote fue enviado a prisión con detención preventiva por el supuesto abuso de menores en la región andina de Potosí mientras que la Compañía de Jesús investiga la denuncia contra un cura español de 84 años basada en una serie de fotografías explícitas en las que supuestamente abusa de menores.
