El Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), cuyos tentáculos desde hace tiempo han buscado extenderse en el mercado transnacional de drogas, han llegado hasta el ombligo de América Latina: Ecuador.
El país sudaméricano ha tenido una semana violenta. Ecuador fue el martes escenario de una serie de actos violentos, 18 atentados, en las provincias de Guayas y de Esmeraldas, ambas en el norte, que se han saldado con al menos cinco policías muertos y por los que ya se ha detenido a cerca de una treintena de sospechosos.
Las acciones violentas fueron ejercidas por grupos criminales que se presentan a sí mismos como aliados del Cártel de Sinaloa y el CJNG. Ecuador es uno de los principales corredores de cocaína proveniente de Colombia y con destino a Estados Unidos y Europa.
El hampa ecuatoriano está dividido en dos bandos. Por un lado están “Los Choneros”, uno de los grupos criminales más prominentes, del que se tuvo noticia por primera vez a finales de los 90 y al que se ha vinculado con los narcos sinaloenses.
Por otro lado, las autoridades han identificado a “Los Lobos”, “Tiguerones” y “Chone Killers”, quienes recientemente se auto asumieron como grupos afines al cártel de las cuatro letras o CJNG. Así lo demostró un comunicado de “Los Lobos” y “Tiguerones” entregado a las autoridades ecuatorianas y consultado por Milenio en el que afirmaron que su organización “no es una simple bandita, somos un cártel y ustedes nos tienen que reconocer junto a las siglas CJNG”.
Los recientes disturbios se desencadenaron por una serie de operativos esta semana que se habían programado para trasladar presos a otros centros penitenciarios. La desición provocó la ira de los aliados del CJNG porque lo interpretaron como una alianza entre las autoridades con los grupos afines a SInaloa.
QUIÉNES SON “LOS CHONEROS”
Surgieron en la década de 1990 en Chone, una ciudad de la provincia de Manabí, al oeste de Ecuador. Allí creció e inició su carrera criminal como pequeño expendedor de estupefacientes el fundador del grupo, Jorge Busmarck Véliz España, alias “Teniente España”.
Con el tiempo expandió sus operaciones hacia las rutas internacionales de narcotráfico en las playas de Manta, Ecuador, ciudad costera del Pacífico en la provincia de Manabí.
“Los Chonero” pasaron a ser el brazo armado de un cártel colombiano con conexiones en México y EEUU. A comienzos de la década de los 2000, el grupo empezó a enfrentarse con otros grupos rivales como “Los Queseros” por el control de las rutas en el Pacífico. La violencia alcanzaría a la esposa del “Teniente España”, asesinada en 2005.
Precisamente el 2000, según los registros de las autoridades, fue el año en que el Cártel de Sinaloa empezó a operar en el país sudamericano. Uno de los intermediarios de los mexicanos fue identificado como Cesar Fernández, quien llegó a ser gobernador de la provincia de Manabí. En 2003 fue detenido con 430 kilos de cocaína en un avión que tenía planeado hacer la ruta de Portoviejo a México.
Con su captura, el mando fue asignado al capitán del ejército, Telmo Castro, quien trabajó de manera directa con Tomás Guzmán, identificado como sobrino de Joaquín “El Chapo” Guzmán. Dicha información salió a la luz durante el llamado juicio del siglo llevado a cabo contra el capo en Nueva York.
Castro terminó detenido por delitos de narco y fue asesinado en la Penitenciaría del Litoral. Eran los comienzos de la década de 2010 y “Los Choneros”, al mando en ese momento por Jorge Luis Zambrano, alias “Rasquiña”, ya estaban a cargo de las operaciones de traslado de droga para el Cártel de Sinaloa.
El liderazgo de “Rasquiña” inició una década de transición para “Los Choneros” con más miembros del grupo arrestados en operativos policiales. “Rasquiña” pasó a dar órdenes desde prisión.
En 2019, Los Choneros volvieron a ganar la atención nacional, cuando la escalada de violencia en las prisiones llevó al presidente Lenín Moreno a declarar una crisis penitenciaria y a movilizar el ejército del país para calmar las guerras entre pandillas.
Una faceta de la estrategia de Ecuador fue trasladar los mandos de las pandillas y miembros violentos, distribuyéndolos en todo el sistema penitenciario con el fin de desarticular las estructuras de mando de las pandillas carcelarias.
Sin embargo, el efecto de los traslados masivos de presos llevó a la creación de los subgrupos en el sistema penitenciario de Ecuador, lo que multiplicó la presencia de las guerras de pandillas en todo el país.
El 23 de febrero de 2021, reclusos pertenecientes a los subgrupos de Los Choneros, afines al CJNG, atacaron a miembros originales de “Los Choneros”, del CDS, dejando 75 presos muertos en lo que fue el motín carcelario más grande de la historia de Ecuador.
Según informes de medios ecuatorianos, las pandillas rivales de los Choneros, entre ellas los Lobos, los Tiguerones, los Chone Killers y los Pipos, se unieron en una nueva estructura en 2021, la cual ha sido denominada Nueva Generación, como referencia a su relación de narcotráfico con el Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
Vía Infobae
