El rol del pastor de la Iglesia Católica ha sido fuente de inspiración, fascinación y hasta crítica sobre el papel del papado en el mundo. Tanto Hollywood como estudios independiente han tocado el tema desde la complacencia hasta la crítica social e, incluso, mordaz.
Pero primero señalemos las cintas que, según Jorge Mario Bergoglio marcaron su afición cinéfila: Roma, ciudad abierta (1945), de Roberto Rossellini, protagonizada por un sacerdote católico: “La película es un acto de resistencia, hecha contra todo pronóstico”.
Otra obra clave en la filmografía apreciada por el Papa es La Strada (1954), de Federico Fellini, que recibió el primer premio Oscar a la Mejor Película Extranjera, relata la historia de un forzudo de circo, una joven inocente y un payaso introspectivo.
La tercera película, que el propio Papa ha identificado como su favorita, es El festín de Babette (1987), dirigida por Gabriel Axel. Dos hermanas protestantes reciben a una refugiada francesa que revoluciona su comunidad a través de la cocina.
Las películas sobre el Papado y el Cónclave
Los dos papas (2019) de Fernando Meirelles
Una joya cinematográfica que imagina los encuentros entre Joseph Ratzinger (Anthony Hopkins) y Jorge Bergoglio (Jonathan Pryce), antes y después de la renuncia del primero. El filme explora el contraste entre dos visiones del mundo: una tradicional, otra progresista.
Habemus Papam (2011) de Nanni Moretti
Michel Piccoli interpreta a un pontífice que entra en crisis tras su nombramiento y escapa del Vaticano. Moretti —quien además actúa como el psicoanalista que intenta ayudarlo— ofrece una sátira delicada sobre la fragilidad del poder y la complejidad del alma humana.
El tormento y el éxtasis (1965) de Carol Reed
Narra la historia de la orden del Papa Julio II hacia Miguel Ángel, a quien encargó pintar el techo de la Capilla Sixtina. Las tensiones entre ambos personajes, interpretados por Rex Harrison y Charlton Heston, respectivamente, no para de crecer durante toda la película
Las sandalias del pescador (1968) de Michael Anderson
Anthony Quinn interpreta a Kiril Lakota, un arzobispo ucraniano liberado de un gulag soviético que, inesperadamente, es elegido Papa. Ambientada en plena Guerra Fría, esta cinta anticipa de forma sorprendente los dilemas globales de la Iglesia, y plantea al pontífice como un actor clave en la geopolítica internacional.
Las sandalias del pescador” (1968)
Anthony Quinn da vida a un prisionero político ucraniano llamado Kiril Lakota, quien es liberado inesperadamente de un campo de concentración de Siberia por el presidente de la Unión Soviética, y es enviado al Vaticano como asesor y, posteriormente, es nombrado cardenal por un enfermo Papa Pío XII.