El director de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha emitido una alerta urgente para todos aquellos que planean viajar a Tanzania, en África, debido a un brote del virus Marburgo, uno de los patógenos más letales conocidos hasta la fecha. Según las últimas cifras proporcionadas por la OMS, este brote ha infectado a nueve personas hasta el momento, de las cuales ocho han fallecido, lo que ha generado una gran preocupación debido a la alta tasa de mortalidad del virus.
EL VIRUS DE MARBURGO
El virus de Marburgo es una fiebre hemorrágica que se caracteriza por una rápida y severa degeneración de los órganos y vasos sanguíneos, lo que provoca un sangrado interno que puede manifestarse en los ojos, la boca, los oídos y otras partes del cuerpo. Aunque no existe cura ni tratamiento específico para esta enfermedad, los médicos que atienden a los pacientes se centran en brindar cuidados paliativos y tratamiento para intentar que los afectados sobrevivan. No obstante, el virus es altamente contagioso, y los especialistas también corren un riesgo significativo de infectarse.
La alerta de la OMS no solo se limita a Tanzania, donde se han registrado la mayoría de los casos, sino que también se han reportado incidencias sospechosas en países cercanos como Ruanda y Burundi. Estas situaciones han generado temores sobre la posible expansión del virus por el continente africano, lo que eleva la urgencia de las medidas preventivas y el monitoreo de la situación.
UN BROTE MORTAL Y SU RÁPIDA PROPAGACIÓN
El brote de Marburgo fue confirmado después de que al menos seis viajeros que habían estado en Tanzania se infectaron y cinco de ellos fallecieron. Aunque los expertos aún no han confirmado oficialmente el origen exacto de las muertes, las pruebas preliminares apuntan a que el virus de Marburgo es el principal sospechoso.
La OMS informó que, hasta el 11 de enero, el número de casos sospechosos había aumentado a nueve, con ocho muertes, en dos distritos de la región: Biharamulo y Muleba. Este brote, de alta letalidad, ha generado gran alarma no solo por la rapidez de su propagación, sino también por el alto índice de mortalidad que presenta el virus.
UNA ENFERMEDAD DE ALTA LETALIDAD
El virus de Marburgo es conocido por su elevada tasa de mortalidad, que puede llegar hasta un 88%. Esto significa que 9 de cada 10 personas infectadas por el virus mueren debido a las complicaciones causadas por la fiebre hemorrágica. Los síntomas comienzan de manera repentina e incluyen fuertes dolores de cabeza, fiebre, diarrea, dolor abdominal y vómitos. A medida que la enfermedad avanza, los pacientes pueden desarrollar una apariencia extremadamente deteriorada, con ojos hundidos y caras inexpresivas, lo que se conoce como el “fantasma de Marburgo”.
El virus se transmite por contacto directo con los fluidos corporales de una persona infectada, así como por la manipulación de objetos contaminados o el contacto con animales salvajes que hayan estado en contacto con el virus. Esta facilidad de transmisión entre seres humanos es uno de los mayores retos para contener su propagación.
UNA AMENAZA EN EXPANSIÓN
La OMS ha alertado que, debido a la mejora en las estrategias de vigilancia, es probable que se registren más casos en los próximos días. Esto pone en evidencia la necesidad urgente de medidas de contención en la región para evitar que el brote se expanda aún más, tanto dentro de Tanzania como a países cercanos.
Adhanom Ghebreyesus ha instado a la comunidad internacional a estar alerta y actuar con rapidez para frenar la propagación del virus de Marburgo, que sigue siendo una de las enfermedades más peligrosas y mortales para los humanos. Mientras tanto, los viajeros que tengan previsto ir a Tanzania deben tomar precauciones extremas y mantenerse informados sobre el desarrollo de la situación.
La OMS ha subrayado la importancia de continuar con las labores de prevención, vigilancia y cooperación internacional, ya que un brote de Marburgo no solo pone en riesgo la salud de la población local, sino que también representa una amenaza significativa para la salud global.