Las elecciones presidenciales de 2024 han dejado una sorpresa notable: Donald Trump, quien perdió el voto popular en 2016 y 2020, ha logrado una victoria contundente en varios estados clave, y su avance entre los votantes hispanos ha sido una de las claves para su éxito. Aunque el resultado final de la elección no está aún decidido, los analistas políticos están prestando especial atención en cómo este cambio en las preferencias de la comunidad latina podría alterar el panorama electoral en el futuro.
EL DECLIVE DEL APOYO HISPANO A KAMALA HARRIS
Uno de los mayores desafíos para Kamala Harris, candidata demócrata a la vicepresidencia, ha sido la pérdida de apoyo entre los votantes hispanos, un grupo históricamente leal al Partido Demócrata. En Texas, especialmente en los condados fronterizos con México, el apoyo a Harris ha caído considerablemente en comparación con las elecciones de 2020, cuando Joe Biden obtuvo un sólido respaldo en estas áreas. Condados como Webb, Dimmit, Starr y Zapata, donde más del 85% de la población es de origen hispano, vieron cómo el porcentaje de votos a favor de Harris caía entre 9 y 13 puntos porcentuales respecto a Biden en 2020.
TRUMP AVANZA EN EL VOTO LATINO
Este cambio no es aislado y es parte de una tendencia más amplia. Las encuestas previas a las elecciones ya advertían que Donald Trump había logrado avances importantes entre los votantes hispanos en todo el país. Si bien el margen de apoyo de Biden entre los votantes latinos sigue siendo alto, el declive de 38 puntos porcentuales en 2016 a 33 puntos en 2020 se ha reducido aún más en 2024, según las encuestas a la salida de las urnas. En este ciclo, los datos preliminares sugieren que el apoyo de Harris a los votantes hispanos podría haber caído hasta ocho puntos, un desplome significativo que ha permitido a Trump superar la línea en los estados disputados.
Diversos factores explican esta transformación en el comportamiento electoral de los latinos. En primer lugar, la política estadounidense ha evolucionado en función de líneas sociales y culturales, lo que ha provocado que temas como la religión, la educación y la economía jueguen un papel cada vez más importante. Estas cuestiones dividen a los votantes latinos de manera similar a otros grupos demográficos en el país. En particular, los votantes hispanos parecen estar cada vez más preocupados por la economía, un área en la que Trump ha logrado conectar con muchos de ellos, particularmente en un contexto de alta inflación y preocupaciones económicas.
LA BRECHA DE GÉNERO EN EL VOTO LATINO
Otro factor que ha llamado la atención en estas elecciones es la creciente brecha de género entre los votantes latinos. Mientras que las mujeres hispanas han mantenido una clara preferencia por Harris, con un apoyo de 24 puntos, los hombres hispanos se han alejado significativamente de los demócratas. En 2020, los hombres latinos votaron por Biden por un margen de 23 puntos, mientras que este año se inclinaron a favor de Trump por un margen de 10 puntos. Este cambio podría estar relacionado con cuestiones como el aborto y el enfoque de los demócratas hacia políticas que afectan a las familias tradicionales latinas, lo que ha llevado a muchos hombres hispanos a buscar alternativas en Trump y el Partido Republicano.
Es importante destacar que el electorado hispano no es monolítico. Existe una variación sustancial dentro de la comunidad en función de la herencia y el país de origen. Por ejemplo, los votantes de origen mexicano, especialmente en el suroeste de Texas, fueron los primeros en mostrar un giro hacia Trump en 2020. Este año, las primeras evidencias sugieren que los condados con grandes poblaciones dominicanas y cubanas, como Miami, han sido los que más se han alejado del Partido Demócrata, mientras que las comunidades puertorriqueñas y mexicanas lo han hecho en menor medida.
EL FUTURO DEL VOTO LATINO
Este cambio en el comportamiento electoral de los hispanos ha alterado la dinámica de la campaña electoral en varios estados clave, como Arizona, Nevada y California, donde las comunidades latinas juegan un papel determinante. En estados como Arizona y Nevada, un cambio en las preferencias de los votantes latinos podría ser el factor decisivo en la lucha por la presidencia.
Sin embargo, los resultados aún son parciales y los datos continúan siendo procesados. Si bien este giro en el voto latino representa un desafío para los demócratas, también refleja una mayor polarización dentro de la comunidad hispana. Reconstruir la coalición latina será una tarea compleja para el Partido Demócrata, especialmente si los votantes continúan alejándose en bloque hacia temas de mayor preocupación, como la economía, la seguridad y las políticas sociales.
El giro hacia Trump en algunos sectores del voto latino es una clara señal de que las alianzas políticas en los Estados Unidos están cambiando. Las elecciones de 2024 han mostrado cómo una campaña bien dirigida y un enfoque en los temas económicos han permitido a Trump ganarse a una parte significativa de los votantes hispanos. Sin embargo, el futuro de este electorado aún está por definirse, y tanto republicanos como demócratas deberán adaptarse a una población cada vez más diversa y compleja.