Las medidas sanitarias en China se han intensificado, ante el aumento de los casos de coronavirus provocados por la variante Delta, más infecciosa, que se extendió por varias ciudades del país.
La Comisión Nacional de Salud informó el sábado de 107 nuevos casos confirmados de coronavirus en China continental para el 6 de agosto, frente a los 124 del día anterior.
De las nuevas infecciones, 75 fueron de transmisión local, dijo la autoridad sanitaria. Esto se compara con los 80 casos locales del día anterior. La mayoría de los casos locales se produjeron en la provincia oriental de Jiangsu.
Las personas que se encuentran actualmente fuera de Pekín en zonas de alto riesgo deben posponer temporalmente su regreso, y otras deben dar un resultado negativo en una prueba covid-19, según los detalles de una reunión celebrada el sábado por funcionarios locales y recogida por el Beijing Daily.
Las medidas de prevención de la epidemia en ferrocarriles, carreteras y aeropuertos deben reforzarse, dijeron.
El transporte en autobús de larga distancia dentro y fuera de Pekín desde otras regiones, excepto la vecina ciudad de Tianjin y la provincia de Hebei, se suspenderá a partir del 8 de agosto, dijeron las autoridades de transporte de Pekín en un comunicado.
Pekín ha llamado la atención a algunos gobiernos locales por haber bajado la guardia, lo que ha provocado la propagación de la variante del Delta desde múltiples fuentes.
Para hacer frente a las infecciones, algunas ciudades han iniciado múltiples rondas de pruebas masivas para identificar a los portadores. Se han impuesto restricciones a los viajes entre ciudades y se han cerrado o restringido los lugares de reunión pública, incluidos los de ocio.
Sin embargo, un funcionario de salud dijo la semana pasada que esperaba que el último brote de China estuviera en gran medida controlado en unas semanas.