Este martes 5 de noviembre, toda la atención mundial se centra en Estados Unidos, donde se vive una de las campañas presidenciales más reñidas de la historia. Los contendientes son el ex presidente Donald Trump, quien busca regresar a la Casa Blanca por segunda vez, y Kamala Harris, actual vicepresidenta y candidata del Partido Demócrata.
Aunque la contienda sigue abierta, ninguno de los dos candidatos se perfila como un claro favorito, lo que mantiene la incertidumbre hasta el último momento.
¿CÓMO SE ELIGE AL PRESIDENTE?
A diferencia de otros países, en Estados Unidos el presidente no se elige directamente por el voto popular. El ganador se determina a través del Colegio Electoral, un sistema que implica la participación de electores en lugar de ciudadanos votando directamente por el candidato.
Para aclarar un poco el panorama, aquí te explicamos cómo funciona:
- Voto popular y elección de electores: Los votantes no eligen directamente al presidente, sino a un grupo de electores que, a su vez, emiten su voto para el presidente y vicepresidente. En este proceso, los electores son seleccionados en función de la representación de cada estado en el Congreso.
- Modalidades de votación: Los ciudadanos tienen varias opciones para votar:
- Voto presencial: Los electores acuden a los centros de votación el día de las elecciones.
- Voto anticipado: Los votantes pueden emitir su voto antes del día oficial de las elecciones.
- Voto por correo: Esta modalidad permite a los ciudadanos votar desde cualquier lugar, opción especialmente popular para quienes residen en el extranjero o no pueden acudir el día de la elección.
EL COLEGIO ELECTORAL: CLAVE EN LA ELECCIÓN
El Colegio Electoral es el mecanismo que finalmente decide quién será el próximo presidente de Estados Unidos. Cada estado tiene un número específico de electores, determinado por su representación en el Congreso. En total, existen 538 electores, y para ganar la presidencia, un candidato necesita obtener al menos 270 votos electorales.
¿CUÁNDO SABREMOS AL GANADOR?
Aunque los resultados preliminares se comienzan a proyectar en la noche de la elección, el conteo final de los votos podría extenderse hasta la madrugada debido a la diferencia horaria y a la complejidad del proceso electoral. En caso de que todo se desarrolle sin retrasos, se espera que hacia la medianoche en México (1:00 am hora del Este de EE.UU.) los resultados más cercanos nos den una idea del ganador.
Sin embargo, el proceso oficial de verificación y certificación de los votos no se completa hasta el 6 de enero, cuando el Congreso certifica los votos del Colegio Electoral, y la toma de posesión del nuevo presidente se llevará a cabo el 20 de enero.
¿Y SI HAY EMPATE?
Si ningún candidato obtiene los 270 votos electorales necesarios, la decisión final recae en el Congreso. La Cámara de Representantes elige al presidente, mientras que el Senado selecciona al vicepresidente. Este escenario, aunque poco probable, ha ocurrido en la historia de EE.UU. en dos ocasiones: en 1801 y en 1825.
EL VOTO POPULAR VS. EL COLEGIO ELECTORAL
Un aspecto peculiar del sistema estadounidense es que es posible ganar la presidencia sin ganar el voto popular. Esto se debe a que el Colegio Electoral puede decidir en favor de un candidato que no haya obtenido la mayoría de los votos a nivel nacional, como sucedió en 2016, cuando Donald Trump ganó con 304 votos electorales, pero Hillary Clinton superó a Trump por casi tres millones de votos populares.