Los datos aduaneros indican que las importaciones chinas de combustible procedentes de Rusia en mayo aumentaron un 55% interanual, que sumaron alrededor de 8,42 millones de toneladas de petróleo el mes pasado.
Mientras Beijing sigue negándose a condenar la guerra de Moscú, Occidente sanciona las importaciones de combustible procedentes de Moscú por su invasión de Ucrania.
La última cifra supuso un repunte respecto a los 5,44 millones de toneladas que China importó en mayo de 2021, según las cifras de la Administración de Aduanas, lo que contribuyó a que Rusia superara a Arabia Saudita como principal fuente de petróleo de China. En mayo, China importó 7,82 millones de toneladas de petróleo de Arabia Saudita.
Los nuevos datos de las aduanas llegan cuatro meses después de la guerra en Ucrania, con otros compradores que evitan las importaciones de energía rusa.
Aunque la demanda en China sigue siendo débil, se ha producido una cierta mejora en el último mes, ya que las ciudades comenzaron a relajar las restricciones por el virus tras el peor brote de Covid en el país desde los primeros días de la pandemia. Esto ha permitido que se alivien algunos problemas de la cadena de suministro y que se recupere la producción industrial, según los datos oficiales.
Las últimas compras de petróleo ruso por parte de China marcaron una cantidad récord, según Bloomberg News.
Beijing se ha negado repetidamente a condenar la sangrienta invasión de Ucrania por parte de Moscú, también ha sido acusado de dar cobertura diplomática a Rusia al criticar las sanciones occidentales y la venta de armas a Kiev.
Beijing y Moscú, antaño enemigos acérrimos durante la Guerra Fría, han intensificado su cooperación en los últimos años como contrapeso a lo que consideran el dominio mundial de Estados Unidos. Ambos se han acercado en las esferas política, comercial y militar como parte de lo que llaman una relación “sin límites”.
A principios de este mes inauguraron el primer puente de carretera que une a los dos países, conectando la ciudad rusa de Blagoveshchensk, en el extremo oriental, con la ciudad china de Heihe, en el norte.
La semana pasada, Xi Jinping aseguró a Vladimir Putin el apoyo de China a la “soberanía y seguridad” rusas en una llamada entre ambos líderes.
El Kremlin dijo que ambos habían acordado intensificar la cooperación económica frente a las sanciones occidentales, que califica de “ilegales”.