Tener una rutina de ejercicio es una de las mejores medicinas preventivas que existen. No solo te ayuda a vivir más, sino a vivir mejor, ya que reduce el riesgo de enfermedades cardiacas, mejora la salud mental y facilita la relajación. Sin embargo, en México, solo el 41.1% de la población adulta es físicamente activa, lo que refleja un desafío en términos de salud pública. La falta de tiempo, problemas de salud, cansancio y falta de instalaciones son los principales obstáculos.
En este contexto, buscar alternativas accesibles y efectivas para iniciar o retomar una rutina de ejercicio se vuelve crucial para mejorar la salud física y mental. Sin importar la edad o el género, el ejercicio es clave para una vida saludable, ya que además de los beneficios mencionados, también contribuye a la mejora de las articulaciones, reduce la tensión y el estrés, y proporciona bienestar general.
BENEFICIOS DE HACER EJERCICIO
El ejercicio regular no solo mantiene el cuerpo en forma, sino que tiene efectos directos sobre la salud mental y emocional, tales como:
- Reducción del riesgo de enfermedades cardiacas
- Mejora de las articulaciones y movilidad
- Disminución de la tensión y el estrés
- Mejora de la calidad del sueño y la relajación
- Liberación de endorfinas que generan sensación de bienestar y felicidad
ALTERNATIVAS PARA COMENZAR A HACER EJERCICIO
Si estás buscando maneras sencillas y accesibles para integrar el ejercicio a tu rutina diaria, Bupa México, empresa especializada en seguros de salud, ofrece tres recomendaciones que pueden adaptarse fácilmente a los obstáculos más comunes:
- Caminar: El ejercicio más simple y efectivo
Caminar es una de las formas más fáciles y efectivas de empezar a ejercitarte. No requiere equipo especializado, es gratuito y se puede incorporar a tu rutina diaria de forma natural. Algunas opciones incluyen:
- Caminar hacia la parada del autobús
- Bajarte una o dos estaciones antes de tu destino
- Usar las escaleras en lugar del ascensor
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda 20 minutos de actividad física diaria, y caminar puede ser la manera más sencilla de lograrlo. Caminar regularmente no solo ayuda a mejorar tu sistema inmunológico, sino que también puede reducir el riesgo de muerte prematura.
- Yoga o estiramientos: Flexibilidad para todos los niveles
Yoga y estiramientos son excelentes opciones para principiantes, ya que son actividades de bajo impacto que ayudan a aumentar la flexibilidad, la resistencia y la fuerza. Además, se pueden practicar en casa a través de videos gratuitos disponibles en internet, o bien unirse a clases públicas en horarios flexibles. Entre sus beneficios destacan:
- Mejora de la postura y la flexibilidad
- Reducción del estrés y la ansiedad
- Incremento de la concentración y el bienestar general
- Bailar: Diviértete mientras ejercitas tu cuerpo
El baile es otra alternativa divertida que combina ejercicio y recreación. Las clases de baile (salsa, zumba, hip-hop, entre otros) no solo te harán mover el cuerpo, sino que también pueden ser una forma dinámica y social de ejercitarte. Existen clases tanto públicas como privadas para todos los niveles. Si prefieres hacerlo en casa, también puedes encontrar videos de baile en línea que te ayudarán a ponerte en marcha.
MOTIVACIÓN EXTRA: LOS DESAFÍOS FITNESS
Una excelente forma de mantener la motivación es unirse a desafíos fitness que te permitan establecer metas diarias. Un ejemplo de ello es el Reto Healthy Cities de Bupa México, que consiste en caminar 6,000 pasos diarios durante 30 días. Además de los reconocimientos virtuales por cumplir los retos, este programa tiene un impacto positivo en el medio ambiente, ya que, por cada reto cumplido, se plantan árboles en una comunidad de la Ciudad de México, mejorando el ecosistema local.
EL EJERCICIO COMO ACTO DE AMOR HACIA TU CUERPO Y MENTE
El ejercicio no debe ser visto como una obligación o castigo, sino como un acto de amor hacia tu cuerpo y mente. Desde la actividad más sencilla hasta las más complejas, todas contribuyen a una mejor calidad de vida.
Recuerda que lo más importante es empezar de a poco, y aumentar gradualmente la intensidad y la frecuencia de la actividad. Si sientes incomodidad, lo mejor es consultar a un experto.