La mejor etapa de la vida
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Columna

La mejor etapa de la vida

De pequeños soñamos con ser adultos, pero qué pasaría si te dijera que lo mejor está por comenzar


La mejor etapa de la vida | El Imparcial de Oaxaca
Foto: Internet

Bryant Leomar García Ruiz

Cuando somos niños esperamos con mucha ilusión ese momento en el que nos convertiremos en adultos, porque creemos que a cierta edad podremos tener nuestro propio hogar, tener dinero propio y gastarlo en lo que más nos guste. Sin embargo no nos damos cuenta que deseamos tanto tener una vida de adulto que nos olvidamos de disfrutar una de las mejores etapas de nuestra vida: la juventud. Cuando somos jóvenes normalmente vivimos en nuestro propio mundo y comenzamos a aislarnos. Empezamos a darnos cuenta de que hemos comenzado a madurar porque muchas de las cosas que hicimos en la infancia nos resultan fuera de lugar; comenzamos a reflexionar sobre aquellas ocasiones que por un enfado perdimos momentos únicos o amistades sinceras.

Comenzamos a recordar como algo muy lejano las risas que compartimos con nuestros amigos de la infancia y nos genera una ligera nostalgia pensar que nuestra niñez está llegando a su fin. Sin embargo ansiamos que llegue pronto la vida adulta y desaprovechamos una de las etapas más enérgicas y creativas.

Nosotros los jóvenes somos más espontáneos y casi nunca tenemos miedo a la hora de perseguir nuestros sueños ¿por qué no aprovecharlo?

Mantén esa ilusión de conseguir tus objetivos y explótala, haz uso de esa curiosidad y conviértela en algo tangible.
Ser joven, como todo en la vida tiene también sus dificultades. La vida de estudiante puede resultarte bastante ajetreada o estresante, sin embargo es mucho más relajada que la vida de un adulto que debe trabajar todo el día.
Ocupa tu tiempo después de clases para aprender algo nuevo, para encontrar tu vocación. Te aseguro que después lo agradecerás.

Durante la juventud formamos nuestro carácter y definimos nuestro estilo. Luego de una gran variedad de cambios físicos y psicológicos, nuestra personalidad se va transformado. Nos inspiramos en personas que admiramos o repetimos patrones de nuestros padres o círculos cercanos.

Comenzamos a interesarnos en nuevos temas y las categorías de nuestras series favoritas van cambiando.

¡No temas! Estos cambios, aunque algo abruptos, son necesarios para tu formación. Cuando cumplimos 16 o 17 años adquirimos más responsabilidades en casa. Muchos nos enfadamos por tener que hacer el aseo o ayudar a nuestros padres, pero hacer esto y aprenderlo nos ayudará en el futuro para poder mantener nuestro propio hogar.

Estas actividades te ayudarán a crear un régimen más estricto que te moldeará para la vida adulta. Puede sonar duro pero aprenderlas te dará muchos puntos en el futuro.

Una de las cosas más importantes y que los jóvenes solemos olvidar, es que no importa que tan difíciles sean los estudios o el tiempo que pasamos en la escuela, siempre tendremos a nuestros amigos presentes para hacerlo más llevadero.

Aprovechar el tiempo con ellos es imprescindible. Quizá en un futuro cada uno tome un camino diferente y tendrán que esperar a que alguno tenga tiempo libre para poder verse.

Por ahora el único consejo que puedo darte es que te relajes. Tomate las cosas con calma y disfruta de estos momentos con la familia y amigos. Dedícate a los estudios y aprende mucho para el futuro, que para eso aún falta mucho.


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