Un reciente estudio publicado en la revista BMJ Global Health pone en tela de juicio la creencia popular de que el agua embotellada es más segura y saludable que el agua del grifo. Los investigadores de Weill Cornell Medicine – Qatar y New York Medical College advierten sobre los efectos perjudiciales de esta opción para la salud humana y el medio ambiente, instando a una reevaluación de su uso a nivel global.
CUESTIÓN DE COMODIDAD, NO DE SEGURIDAD
Casi 2.000 millones de personas en el mundo dependen del agua embotellada debido a la falta de acceso a agua potable segura, una necesidad urgente que no está en duda. Sin embargo, en países donde el acceso al agua potable está garantizado y es seguro, el consumo de agua embotellada se ha convertido en una opción más por comodidad y marketing, que por una verdadera necesidad de seguridad.
Según los expertos, el mito de que el agua embotellada es más saludable o más segura que el agua del grifo es ampliamente impulsado por la industria, pero no es cierto. De hecho, en muchos casos, el agua embotellada no es más que agua del grifo envasada, especialmente en países como Estados Unidos, donde hasta dos tercios de las botellas de agua contienen agua reembotellada.
Esto significa que la diferencia entre el agua embotellada y el agua del grifo no es tan significativa como creemos.
EL IMPACTO AMBIENTAL DEL AGUA EMBOTELLADA: UN PROBLEMA GLOBAL
El consumo de agua embotellada no solo tiene consecuencias para nuestra salud, sino también para el medio ambiente, pues se estima que se compran aproximadamente un millón de botellas de plástico cada minuto, lo que genera enormes cantidades de residuos.
Las botellas de plástico son responsables de una gran parte de la contaminación oceánica, siendo el segundo contaminante más común en los océanos, después de los plásticos de un solo uso.
Además, la producción de botellas de plástico genera grandes emisiones de gases de efecto invernadero, y la mayoría de estas botellas no son recicladas adecuadamente. Esto contribuye a la injusticia ambiental, ya que países de altos ingresos a menudo exportan su desecho plástico hacia países de ingresos bajos y medianos, donde la infraestructura de reciclaje es limitada.
¿ES EL AGUA EMBOTELLADA MÁS SEGURA O TIENE UN MEJOR SABOR?
Otro de los mitos que el estudio desmantela es la creencia de que el agua embotellada tiene un mejor sabor o es más segura. Según los investigadores, las diferencias de sabor entre el agua embotellada y el agua del grifo son casi indetectables en pruebas a ciegas. De hecho, lo que algunas personas perciben como un mejor sabor en el agua embotellada puede estar más relacionado con la percepción psicológica que con una diferencia real en la calidad.
Además, el estudio resalta la creciente preocupación por la contaminación plástica en las botellas de agua. Se ha encontrado que muchas botellas de plástico contienen microplásticos y sustancias químicas como los ftalatos y el bisfenol A (BPA), que pueden ser dañinas para la salud humana. Estas sustancias pueden causar efectos adversos, como estrés oxidativo y problemas hormonales, lo que plantea un riesgo adicional para los consumidores.
LA RECOMENDACIÓN: APOSTANDO POR EL AGUA DEL GRIFO
Los investigadores hacen un llamado a reevaluar el consumo de agua embotellada y a fomentar el uso de agua del grifo, especialmente en países donde esta cumple con rigurosos estándares de seguridad. Recalcan que las campañas de concienciación pública son cruciales para corregir la falsa percepción de que el agua embotellada es más segura y sabrosa que el agua del grifo.
También sugieren que los gobiernos inviertan en infraestructura para garantizar el acceso universal al agua potable segura y apoyen políticas que promuevan el uso del agua del grifo. De esta manera, no solo se protegería la salud pública, sino que también se contribuiría a la preservación del medio ambiente y la lucha contra la contaminación plástica.
HACIA ALTERNATIVAS MÁS SOSTENIBLES
Este estudio subraya la necesidad urgente de adoptar alternativas más sostenibles para proteger tanto la salud humana como el equilibrio ambiental a largo plazo. Al cambiar nuestros hábitos de consumo y optar por el agua del grifo, no solo estamos haciendo una elección más saludable, sino también un gesto responsable hacia el planeta.
Así que la próxima vez que vayas a comprar una botella de agua, piénsalo dos veces: ¿Realmente necesitas agua embotellada o es una opción más cómoda y, en muchos casos, innecesaria?