El gigantesco iceberg A23a, considerado el más grande del mundo, ha iniciado su travesía desde las aguas antárticas, alejándose de la plataforma de hielo Filchner-Ronne y apuntando hacia el Atlántico Sur, según informaron expertos en seguimiento espacial. Con unas dimensiones que triplican el tamaño de la ciudad de Nueva York y más del doble del de Gran Londres, este coloso abarca unos impresionantes 4,000 kilómetros cuadrados.
? Double-whammy iceberg news this morning:
1️⃣ The largest iceberg, A23a, is on the move!
Here’s its journey out of the Weddell Sea after being grounded on the sea floor after calving in August 1986.
Copernicus Sentinel-1 imagery, Google Earth Engine ? pic.twitter.com/KseKTD1Wrg
— British Antarctic Survey ? (@BAS_News) November 24, 2023
El iceberg, conocido por su espesor de 400 metros, se separó originalmente de la plataforma de hielo Filchner-Ronne en 1986, pero permaneció anclado en el lecho marino durante un largo período. Fue en 2020 cuando, finalmente, se liberó. Sin embargo, es ahora, impulsado por vientos y corrientes, que inicia su recorrido desde el mar de Weddell, según la Agencia Espacial Europea (ESA).
La magnitud de este iceberg es notoria, excediendo significativamente las dimensiones de metrópolis como Nueva York y Londres. Su tamaño colosal, de aproximadamente 4,000 kilómetros cuadrados (1,500 millas cuadradas), resalta su imponente presencia en las aguas antárticas.
El proceso de desencallado de icebergs no es inusual, ya que, con el tiempo, estos enormes bloques de hielo tienden a encogerse lo suficiente como para liberarse y comenzar a flotar. El A23a, después de estar encallado desde 1986, ha experimentado este fenómeno, permitiéndole ahora avanzar a través del mar de Weddell.
Andrew Fleming, experto en teledetección del British Antarctic Survey, señaló que, durante el último año, el iceberg ha estado a la deriva y, recientemente, ha ganado velocidad, moviéndose más allá del extremo norte de la Península Antártica. Este avance se atribuye a factores como el viento y las corrientes oceánicas.
“Pregunté a un par de colegas sobre esto, preguntándome si había algún posible cambio en las temperaturas del agua de la plataforma que pudiera haberlo provocado, pero el consenso es que acababa de llegar el momento”, afirmó Fleming a la BBC. “Estaba encallado desde 1986, pero con el tiempo iba a disminuir (de tamaño) lo suficiente como para perder adherencia y empezar a moverse”, agregó.
Como es común con la mayoría de los icebergs del sector de Weddell, se espera que el A23a siga una trayectoria que lo conduzca al Atlántico Sur, conocida como el “callejón de los icebergs”.