Aunque en los últimos dos años se han triplicado las ventas de vehículos eléctricos en el mundo, al pasar de 2.2 a 6.6 millones, de acuerdo con la Agencia Internacional de Energía (IEA, por sus siglas en inglés), países como México aún tienen rezagos importantes para ponerse al día en esta materia.
Acerca de estos retos, Jesús Antonio del Río Portilla, quien es investigador del Instituto de Energías Renovables de la UNAM, asegura que México requiere avanzar hacia la electromovilidad para cumplir con la meta que el país suscribió en la pasada Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26), de eliminar los autos a combustión para 2035.
“Es necesario generar electricidad con fuentes renovables pues hoy en día la matriz energética está anclada en los combustibles fósiles y la propuesta de reforma eléctrica apunta a que, al menos en los próximos tres años, no se instalarán en el país plantas de energías limpias”, agregó el especialista.
Consideró que si bien los autos eléctricos son caro, estos pueden no serlo. “Al principio cuesta más esta tecnología, pero hay que hacer que las personas que utilizan combustibles fósiles y pueden evitarlo, lo hagan. ¿Cómo se puede lograr? No subsidiando la gasolina”, aseguró.
Desarrollos universitarios
De acuerdo con un comunicado de la Dirección de Comunicación Social de la UNAM, en la Facultad de Ingeniería de la Máxima Casa de Estudios hay diferentes grupos de estudiantes que trabajan en prototipos de autos eléctricos, en los que participan aproximadamente 90 alumnos de Mecatrónica, Eléctrica Electrónica, de software, Industrial, entre otras.
Uno de esos equipos es “Dzec”, que labora en el desarrollo de una unidad que funcione en la ciudad. Existe también la escudería Fórmula SAE, que se enfoca en autos de carreras, según expuso Enrique Munive Roldán, integrante del primer conjunto.
Los avances que tiene cada una se complementan, dijo el ingeniero en Mecatrónica.
“Por ejemplo: si uno trabaja en cuanto a la velocidad, el otro lo hace en eficiencia. Mientras un equipo implementa las tecnologías que existen, el otro las desarrolla”, dijo.
La transición
El doctor en Ciencias Jesús Antonio del Río comenta que además de disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero, cada kilómetro recorrido en este tipo de unidades es 30 o 40 por ciento más barato en comparación con un vehículo a combustión; se calientan menos y son más silenciosas.
Hace 10 años en México no se fabricaban autos eléctricos y actualmente hay más de una compañía establecida en el territorio nacional; incluso existen otras con capital y tecnología mexicanas. Sin embargo, estas exportan la mayoría de su producción debido a que las políticas gubernamentales están enfocadas hacia los autos a gasolina y en subsidiar este energético.
“La industria proveedora para las armadoras automotrices en nuestro país debe prepararse para la transición hacia los vehículos eléctricos. De no hacerlo, estas armadoras migrarán a otros lugares con el consecuente desempleo y pauperización de la población”, alertó.
Los cambios en esta rama industrial son acelerados, por ejemplo hace 10 años la autonomía de los eléctricos era del orden de 100 kilómetros, hoy es de más de 200, destacó el experto.
“Si lo utilizas para moverte en la ciudad, una autonomía de 100 kilómetros es suficiente y estos vehículos se cargan, cuando más, en ocho horas. Entonces, podrías ir a tu trabajo, moverte 100 o más kilómetros y llegando a tu casa, cargarlo en la noche”, aseguró.
En México, destacó el universitario, hacen falta estaciones de carga rápida como es el caso de las carreteras. Una opción sería, como lo llevan a cabo otras naciones, instalarlas en sitios de descanso en donde las personas puedan comer o reposar su vehículo mientras se recarga.