La ciencia considera que es posible oír el silencio
Un estudio reciente ha planteado la pregunta de si realmente podemos oír el silencio de la misma manera en que escuchamos la música o el ruido.
El silencio, que comúnmente se asocia con la ausencia de sonido, ha sido objeto de investigación en un nuevo estudio que revela cómo los momentos de silencio pueden distorsionar nuestra percepción del tiempo.
El equipo de investigadores, conformado por psicólogos y filósofos, sometió a mil participantes a una serie de ilusiones auditivas basadas en el silencio. Sorprendentemente, los resultados obtenidos fueron idénticos a aquellos basados en el sonido, lo que sugiere que las personas experimentan el silencio de manera similar a como perciben los sonidos.
Durante mucho tiempo, los filósofos han debatido sobre si el silencio es algo que podemos percibir literalmente. Sin embargo, hasta ahora no se había realizado un estudio científico directo que abordara esta cuestión. El estudio realizado por investigadores de la Universidad Johns Hopkins ha proporcionado evidencia de que el cerebro trata los silencios de manera similar a como trata los sonidos, lo que indica que literalmente oímos el silencio.
Al igual que las ilusiones ópticas engañan a nuestra vista, existen ilusiones auditivas que pueden hacer que percibamos periodos de tiempo más largos o más cortos de lo que realmente son. Los investigadores utilizaron ilusiones auditivas basadas en el silencio, como la ilusión de “uno es más”, en la que un silencio prolongado parece más largo que dos silencios cortos consecutivos, a pesar de que ambos tengan la misma duración. Estas ilusiones auditivas basadas en el silencio produjeron resultados similares a las ilusiones basadas en el sonido.
El estudio también exploró la percepción de los paisajes sonoros que simulan lugares concurridos, como restaurantes, mercados y estaciones de tren. Se reprodujeron períodos de estos paisajes sonoros en los que todo el sonido se detenía bruscamente, creando breves momentos de silencio. Los resultados demostraron que las mismas ilusiones que se creían exclusivas de los sonidos también se experimentaban con los silencios.
Estos hallazgos abren una nueva forma de estudiar la percepción de la ausencia de sonido. Los investigadores planean investigar aún más cómo percibimos el silencio y si podemos oír los silencios que no están precedidos por sonidos. También se plantean analizar las desapariciones visuales y otros ejemplos de cosas que las personas pueden percibir como ausentes.
En resumen, este estudio desafía nuestra comprensión tradicional del silencio como la mera ausencia de sonido. Los resultados sugieren que el silencio no solo puede ser percibido, sino que también puede influir en nuestra percepción del tiempo y generar ilusiones auditivas similares a las producidas por los sonidos.
