En Oaxaca se produce el mejor mezcal del mundo, es por ello que los visitantes tienen muchos deseos de conocer los pueblos en donde se produce esta bebida que día a día adquiere mayor importancia en diferentes países.
Los paseos a los pueblos del mezcal se realizan debido a la gran demanda de los turistas, este es un tour para visitar los pueblos que tienen más fama de la producción de esta bebida y que están muy cercanos a la capital del Estado, aunque en realidad en las ocho regiones de Oaxaca, hay muchos pueblos productores. Este tour se realiza principalmente en Valles Centrales, culminando en el municipio que es conocido como la Capital Mundial del Mezcal: Santiago Matatlán.
Al igual que en otras ciudades del mundo, en la capital de Oaxaca, se muestra a los visitantes los productos que los distinguen internacionalmente, por ello en el recorrido por los pueblos del mezcal, los turistas pueden visitar los pueblos como: Santa María El Tule, San Jerónimo Tlacochahuaya, Teotitlán del Valle, Tlacolula de Matamoros, San Pablo Villa de Mitla, Santiago Matatlán y Hierve el Agua (en el municipio de San Lorenzo Albarradas).
Y es que cada pueblo tiene un sello propio, un sabor y un aroma que lo diferencia de los demás, al conocerlos se puede apreciar la diversidad del mezcal, desde el más ahumado y terroso, hasta el más floral y ligero. Es un viaje de sabores, aromas y texturas que enriquece nuestra experiencia.
Y es que los pueblos del mezcal son los guardianes de un legado ancestral, de técnicas de cultivo del agave, de procesos de elaboración artesanal y de recetas que se han transmitido de generación en generación. Al visitarlos honramos la herencia cultural y contribuimos a su preservación.
Cada pueblo mezcalero no solo tiene esa bebida, sino que es parte de la gran diversidad de la identidad oaxaqueña. Al visitar los pueblos podemos conocer sus costumbres, sus tradiciones, su música, su gastronomía y su hospitalidad.
En la práctica del turismo se incluye a los pueblos, para así tener un desarrollo sostenible. Al visitar los pueblos del mezcal con respeto, al apreciar su cultura y su historia, así como apoyar a los productores realizando compras, contribuimos a un desarrollo que beneficia a todos.
En estos lugares, el turista puede observar los plantíos de agaves y se les explica todo el proceso para la producción del mezcal, terminando con la famosa “probadita” y los consejos para su maridaje.
Los tours son ofrecidos por agencias de viajes, guías de turistas, así como también hay tours que salen desde el Centro Histórico, llevando a los turistas hasta uno de los lugares que integran los pueblos del mezcal como: San Jerónimo Tlacochahuaya, en donde se encuentra una casa productora de mezcal, de esta manera, un turista que tiene pocos días de estancia en la ciudad, disfruta y regresa fascinado de vivir la experiencia de conocer más sobre esta bebida, la cual puede comprar para llevar de recuerdo para sus familiares y amigos.
Las opciones para realizar este paseo por los pueblos que producen mezcal, en los Valles Centrales son diversas, pero lo más importante es realizarlo, inclusive en un vehículo particular.
La maestra mezcalera zapoteca Juanita López Luis
Juanita López Luis, nos platica que cuando tenía 20 años inició el aprendizaje sobre el mezcal, ya que en ese momento estaba casada y fue precisamente con su exesposo con quien empezó a participar en cada etapa del proceso de elaboración de la bebida, desde escoger los magueyes hasta la obtención del goteo final del producto.
Cuando Juanita se separó de su esposo tenía cuatro hijos pequeños, fue aquí que encontró una oportunidad para trabajar como maestra mezcalera. Y fue así que, en lugar de sucumbir a la adversidad, Juanita encontró en la destilación del mezcal una vía de independencia y crecimiento personal.
Con cada gota de mezcal que elabora ella forja su propio camino, demostrando que la tradición ancestral, no solo es una fuente de ingresos, sino también una herramienta de empoderamiento y transformación social.
Para Juanita, el mezcal es mucho más que una bebida, es un símbolo de resistencia y un legado que se transmite de generación a generación. De esta manera ella no solo comparte el sabor auténtico de esta bebida, sino que también reivindica la fuerza de la mujer oaxaqueña y la importancia de luchar por una vida mejor.
La maestra mezcalera zapoteca Juanita López Luis nos dice que está muy agradecida con la familia López García, quienes la han mantenido como una aliada en la producción de su mezcal, trabajando en Matatlán, en Tlacochahuaya y en los diferentes lugares donde participa en eventos especiales, para dar a conocer “el alma del mezcal”.
Juanita como maestra mezcalera es un ejemplo que inspira a otros productores a preservar la tradición y a luchar por la defensa de sus raíces, lográndolo a base de una gran pasión y compromiso con su trabajo. Ella ha transformado su labor en un símbolo de riqueza cultural, que es parte de la identidad que distingue a Oaxaca.
Han pasado casi veinte años desde que Juanita inició como maestra mezcalera, lo que le ha permitido ir perfeccionando su conocimiento sobre el arte de esta bebida, en donde ella puede imprimir su estilo propio, ya que ella interviene en la cocción del agave en hornos de piedra, donde el fuego se funde con la tierra, hasta la trituración en la tahona movida por su leal caballo Camilo.
Cada acción lleva la sabiduría y la destreza de Juanita, tomando en cuenta la cuidadosa fermentación en tinas de madera, donde cuida con esmero que los microorganismos hagan su trabajo, logrando una danza de aromas y sabores que solo Juanita con sus habilidades puede dirigir para obtener los mejores resultados que se ven en el disfrute de cada persona que paladea una copa.