En una reunión convocada por la Secretaría de Cultural del H. Ayuntamiento capitalino, en la Casa de la Ciudad se presentó el libro titulado “Mujeres en Oaxaca”, expresión y vida pública, siglos XIX y XX, trabajo coordinado por Fabiola Bailón Vásquez y Francisco José Ruiz Cervantes, académicos de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca.
Se trata de una compilación de ocho investigaciones emanadas del Coloquio Mujeres en los siglos XIX y XX, Expresión y vida pública convocado en el 2019 por el Instituto de Ciencias y Humanidades de la propia universidad en un ejercicio institucional para indagar en la manera en que las oaxaqueñas se hicieron presentes y se manifestaron durante este periodo.
El trabajo propone una revisión histórica con los lentes violeta que resulta oportuna e indispensable como un ejercicio que trasciende el recuento histórico que coloca nombres, registra fechas e inicia por reconocer la presencia de las mujeres, para llegar a un análisis profundo de su aportación relevante en el campo de la fotografía y el cine, como espacios que construyeron identidad; en el ámbito laboral que abarca la presencia de mujeres en la traducción profesional, la docencia y la vigilancia de la prostitución; en las cocinas tradicionales, presentando el caso de Juquila y la Mixteca y finalmente, con un muy interesante recuento del movimiento feminista de Oaxaca a finales del siglo XX.
Pauly Ellen Bothe, Miriam Cruz Reyes, Paulina Pezzat Sánchez, Nohemí Domínguez Gaspar, Charlynne Curiel, Alejandra Berenice Santoyo Palacios y Aline Castellanos Jurado, así como la propia Fabiola Bailón Vásquez, son las autoras de estos trabajos prologados espléndidamente por Margarita Dalton y publicados bajo el auspicio de Instituto Nacional de las Mujeres.
Oaxaca cuenta ahora con un acervo que, como dijeran las abuelas, empieza por poner los “puntos sobre las íes” de una manera accesible y amena que no sacrifica el rigor académico y que garantiza un documento objetivo, práctico y muy preciso; lagunas tan profundas en la historia requieren de miradas muy diversas y desde distintos ángulos; publicaciones como ésta nutren el trabajo en las aulas, en los foros profesionales, en los centros de investigación, en las políticas públicas, en los observatorios ciudadanos y también en los espacios artísticos; provocan la conversación profunda entre los grupos que mantienen vivas las costumbres, en los medios de comunicación, en los círculos empresariales e incluso, en el café donde socializamos; nos invitan a reflexionar en nuestras casas, en la cocina de nuestras madres y en las conversaciones entre amigas, pues hablar de las mujeres como parte importante de los procesos históricos, sociales, artísticos y económicos, es un ejercicio que aún tiene un largo camino por recorrer.
En palabras de la doctora Dalton el “quehacer de las mujeres” se ha considerado como ese trabajo “invisible, lo que se hace hoy y desaparece hoy mismo o mañana”; y es precisamente el quehacer que sustenta el paso cotidiano de nosotras el que hay que redimensionar con investigaciones bien documentadas que nutran el discurso con reflexión, datos y conclusiones.
Este ejercicio representa un modelo de coordinación, que permitirá responder a algunas otras preguntas pendientes al considerar la condición transversal del feminismo; es importante que muy pronto otros grupos de investigación, se ocupen de áreas como la cultura, el arte, las tradiciones, la economía, otros períodos históricos, la administración pública y la salud y las dinámicas sociales, por mencionar algunas; ejercicios que nos permita mirar con otros ojos, ese territorio que muchas veces hemos llamado “el quehacer de las mujeres”.
Concepción Villalobos
