La doctora en Historia del Arte y profesora de la Universidad de Sevilla, María del Rosario Fátima Halcón Álvarez Osorio, es una investigadora prolífica, cuya diversidad de temas abarcan aspectos de la tauromaquia, historia del arte y urbanismo. En su obra, la autora nos adentra en aspectos que no se habían retomado en profundidad, como los lineamientos que se tomaron en cuenta para el trazo de las principales poblaciones en Hispanoamérica. En el auge del renacimiento, se plantea la utopía de la ciudad ideal, aquella que supere con creces el crecimiento anárquico de las poblaciones europeas y musulmanas, de callejuelas retorcidas, oscuras, con poca ventilación y hacinamiento, carentes de sanidad, que favorecían la insalubridad y las epidemias.
En los territorios de ultramar, especialmente los del Nuevo Mundo, se encuentran enormes espacios, donde los alarifes, habrán de plasmar, los ideales de calles diseñadas en forma de retícula (redecilla), tiradas a cordel y escuadra, que brindaran al caminante calles rectas, luminosas, con buena ventilación, adecuada iluminación natural durante el año, pues se diseñan tomando en cuenta, el recorrido del sol de Oriente a Poniente. Antequera de Oaxaca es el mejor ejemplo de ello, el punto focal es un lugar que se encuentra a la misma distancia de los ríos Atoyac y Jalatlaco, protegido de los vientos fríos del norte por los cerros del Fortín y de San Felipe del Agua, con una leve declinación, para asegurar que siempre un lado de las calles proporcione sombra.
Retoma la cuestión referente a quien realizó la traza de la ciudad, Alonso García Bravo mientras que la distribución de solares la realizó Juan Peláez de Berrio, así como el hecho de que esta población se asentó sobre una comunidad de origen zapoteca, conquistada por mixtecos y nahuas de manera posterior. La traza se destaca por ubicar el centro político administrativo al sur de la Plaza de Armas, las llamadas Casas Consistoriales; al norte, La Catedral y el Obispado, sedes del poder religioso y, al este y oeste, los portales, antesalas de los centros de la economía. Así, de manera planificada y regulada, la población se desarrolla en forma armónica durante el virreinato. De manera posterior a la sede civil se establece la llamada Plaza del Márquez, en la que se ubicaba la casa de Hernán Cortés, frente a la que se realizaba el tianguis de los indígenas, en donde actualmente se ubica el Mercado Juárez Maza.
Otra aspecto importante que resalta, es que toma en cuenta la cosmovisión indígena de las cinco regiones del mundo, para lo cual delimito la traza con la ubicación de las respectivas garitas y ermitas; al oriente, la de San Marcial , actual templo de la Merced; al poniente San Sebastián y la Basílica de la Soledad; al norte, La Vera Cruz, El Carmen y, al sur la de Ánimas y el templo de San Francisco, ubicando al centro la Catedral de la Asunción de la Virgen, espacio simbólico, donde se unen el plano terrenal y el celestial.
La lectura del trabajo de Fátima Halcón es indispensable para conocer otros aspectos de la historia y evolución de Antequera de Oaxaca; investigadora que además de ser amena, nos adentra en otros aspectos que no han sido abordados por la historia oficial.
José Demetrio Quiroz Alcántara
Corresponsalía Ing. Alberto Bustamante Vasconcelos