Muchos son los compositores que se van a quedar fuera de este trabajo, pero he querido darle una oportunidad a un compositor poco conocido y que probablemente sólo hayas oído hablar de él por la obra que traigo a continuación. Ocho años tardó en componer este concierto, aunque a él no le gustara llamarlo así por el carácter introductorio y no concertante del primer movimiento, fue estrenado en 1866 convirtiéndose en ese momento en una de las joyas de la escritura para violín. Virtuoso, lírico y expresivo, es cómo podemos describir al Concierto para Violín Nº 1 en Sol menor de Max Bruch.
El primer Concierto para violín de Max Bruch se unió al repertorio gracias a muchos factores. Tiene melodías altísimas, una escritura orquestal exuberante y apasionada, y pasajes virtuosos endiabladamente difíciles para el violín. Más importante, sin embargo, fue el aclamado campeón de la obra, Joseph Joachim. Además del Concierto de Bruch, Joachim fue responsable de llevar los conciertos para violín de Beethoven, Brahms y Mendelssohn al seno de la orquesta. Sin embargo, ninguno le era más querido que el Bruch, al que llamaba “el más rico, el más seductor” de todos. Max Bruch ya era un compositor respetado en su juventud. A los 20 años, enseñaba en Colonia y había escrito y producido su primera ópera. Hoy en día es conocido casi exclusivamente por el Concierto para violín, aunque su Kol Nidrei, para violonchelo y orquesta, y su Fantasía Escocesa, para violín y orquesta, se siguen interpretando con cierta regularidad.
Con un guiño al Vorspiel, el primer movimiento de Bruch cede el paso al lujoso Adagio, que es tan rico y seductor como cualquiera del género. El violín hace girar las melodías lúgubres, añadiendo a las deliciosas lamentaciones del primer movimiento. El final es un retozo gitano, un despliegue virtuoso de bravuconería técnica que equilibra perfectamente el Concierto, y también muestra una aguda intensidad emocional. Es precisamente este equilibrio de accesibilidad, extravagancia, bravuconería y pasión lo que ha asegurado a esta obra su continuo lugar en el repertorio.
Max Bruch fue un compositor alemán de la época romántica. Bruch es conocido por su concierto para violín, su Fantasía escocesa y su Sinfonía Nº 3 en mi mayor. También compuso obras corales, tres óperas y tres sinfonías.
Espero disfrutes esta bella obra interpretada por un excelente violinista Yehudi Menuhin.
Mtro. Mario L. Palacios C./ Recopilador