Abierto como un espacio cultural y académico, el Centro Cultural San Pablo cumplió el pasado 26 de noviembre ocho años de su inauguración. El sitio sede de la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca (FAHHO) es “una de las referencias históricas más importantes de nuestra Verde Antequera”, según citó en un tuit el Taller de Restauración de la fundación que presiden el empresario Alfredo Harp Helú y la historiadora del arte María Isabel Grañén Porrúa.
El espacio que albergara al primer convento dominico del estado pasó por varias etapas, usos y tipos de posesiones hasta que en 2005, cuando su área era propiedad de varios particulares, comenzó a ser adquirido por la FAHHO.
“Lo mejor de @fahho_sanpablo es cómo los ciudadanos han adoptado el lugar como parte de su vida cotidiana. Feliz VIII aniversario a la sede de la @FundacionAHHO. Gracias @alfredoharphelu y al equipo de colaboradores”, compartió esta semana la presidenta de la fundación, María Isabel Grañén Porrúa.
La historia del Centro Cultural San Pablo se remonta al año 1529, con la llegada de frailes dominicos, quienes obtuvieron 12 solares para edificar el primer convento de esta orden en el estado (en la década de 1530). Sin embargo, atraviesa una serie de eventos. Los temblores de inicios del siglo XVII afectaron el inmueble y en la década de los 70 de ese mismo siglo los dominicos se mudaron a una nueva construcción, el ahora exconvento de Santo Domingo de Guzmán.
Investigaciones hechas por la FAHHO señalan que el inmueble fue convento, cuartel e incluso sede del entonces Instituto de Ciencias y Artes.
Los predios que desde 2005 comenzó a adquirir la fundación ya eran de propiedad privada desde 1860, tras las Leyes de Reforma que dieron lugar a un proceso de privatización, de remate, de subdivisión, según relató hace unos años el director del Taller de Restauración de la FAHHO, Gerardo Virgilio López Nogales.
“Ya en registros de 1910, un libro del centenario, no se registra como un inmueble público”, contó en una entrevista a este medio.
Personal del área de Monumentos del Instituto Nacional de Antropología e Historia incluso ha señalado que el convento sufrió modificaciones y adecuaciones, vinculadas con los fenómenos naturales y la venta de predios. Asimismo, que el convento abarcaba lo que ahora se conoce como el Jardín San Pablo y una construcción anexa.
“La calle (de Fiallo) no existía y se da a mediados del siglo XIX. Pero desde antes, los dominicos empiezan a fraccionar y vender los espacios, porque iban a construir el nuevo, que es Santo Domingo de Guzmán”, relató Raúl Pacheco en 2017.
Lo que ahora es el Centro Cultural está conformado por cinco predios que adquirió la fundación y en los que funcionaban desde el hotel Posada San Pablo hasta un estacionamiento y una pastelería.
Las adquisiciones empezaron en 2005 y concluyeron en 2014. El director del Taller de Restauración de la FAHHO, Gerardo Virgilio López Nogales, ha comentado que para el centro cultural fueron necesarios consensos en términos históricos, arqueológicos, de patrimonio y también desde el punto de vista de las necesidades actuales del inmueble.
En el centro cultural conviven lo antiguo y lo contemporáneo, esto último se percibe por la inserción de arquitectura actual que diseñara y realizara el arquitecto Mauricio Rocha.
