Figura controvertida, aún en México y en Oaxaca, lo admiran o lo odian. Los calificativos van desde el salvador de la Patria hasta el sangriento dictador. Después de Benito Juárez, figura a la que ayudo a engrandecer después de su muerte, el oaxaqueño más influyente en la historia de México.
Uno de los personajes más controversiales dentro de la historia de nuestro país es el general liberal Porfirio Díaz; la peculiaridad de su figura deviene de su larga permanencia al frente del gobierno mexicano durante las últimas décadas del siglo XIX y las primeras del siglo XX.
José de la Cruz Porfirio Díaz Mori, nació el 15 de septiembre de 1830 en la ciudad de Oaxaca; sus padres fueron Petrona Mori, originaria de la región Mixteca y José Faustino Díaz, artesano hojalatero descendiente de españoles. El progenitor de Porfirio murió de cólera cuando él tenía tres años, por lo que su educación y cuidado estuvo a cargo de su madre, quien también administró el Mesón la Soledad, que era de su propiedad.
En 1862, Díaz fue uno de los héroes mexicanos que enfrentó la invasión francesa, el 28 de abril, en la batalla de las Cumbres de Alcultzingo y, unos días después, el 5 de mayo, en la defensa de la ciudad de Puebla; un año más tarde, enfrentó el sitio de los franceses a esa misma ciudad acaecido en el 16 de marzo.
DESCONOCE LA PRESIDENCIA DE JUÁREZ
En 1871, después de perder nuevamente la elección presidencial frente a Juárez, Díaz desconoció el gobierno de Juárez y lanzó su Plan de la Noria; fue derrotado y abrazó el exilio en la ciudad de Nueva York, en Estados Unidos. A su regreso al país, después de la muerte de Juárez, ocurrida en 1872, se retiró a la vida privada; tres años después, en 1875, ante la inminente reelección de Sebastián Lerdo de Tejada, Díaz publicó el Plan de Tuxtepec, en el cual denunció violaciones a la Constitución, abrazando el principio de la no reelección, defendiendo la soberanía de los estados, y levantándose en armas; en 1876, después del enfrentamiento, Lerdo de Tejada abandonó el poder en el mes de noviembre.
Para mayo de 1877, Díaz protestó por primera vez como presidente de la República; los primeros cuatro años de una larga administración de poco más de tres décadas quedó inaugurada. Durante su larga administración, que sólo se vio interrumpida por el pequeño paso de Manuel González de 1880 a 1884, el gobierno del general oaxaqueño se caracterizó por establecer la paz a través de una política de mano dura.
LA ENTREVISTA DÍAZ CREELMAN
En 1908, Díaz dio muestra de su deseo de retirarse de la vida pública del país y en una entrevista realizada al periodista norteamericano James Creelman, aseguró su despedida y abrió la puerta para una mayor organización y participación política con miras a las elecciones de 1910.
Francisco I. Madero, un hacendado y político del norte del país, se perfiló como el más serio contendiente para relevar al longevo general en dichas elecciones; sin embargo, a unos meses de efectuarse el proceso electoral fue aprehendido por órdenes presidenciales.
Con Madero en la cárcel, Díaz ganó nuevamente las elecciones de 1910. Aunque confiado en su régimen y, en medio de las celebraciones del centenario de la Independencia de nuestro país, la hecatombe estalló el 20 de noviembre de ese mismo año. En tan sólo seis meses, el ejército regular porfiriano perdió terreno frente a las tropas revolucionarias que se alzaron en distintos puntos estratégicos del país y fueron constriñendo la autoridad de un cansado y longevo general.
En medio de la zozobra provocada por los enfrentamientos en el norte y la violencia revolucionaria que se extiende por todo el país, Díaz presenta su renuncia el 25 de mayo al congreso mientras una multitud amenazante rodea su casa.
EL EXILIO DORADO
El día siguiente a su renuncia, la madrugada de 26 de mayo, Díaz saldrá por tren hacia Veracruz con una escolta al mando del general Victoriano Huerta. Permanecerá cuatro días en el puerto, hospedado en la casa del representante de la firma inglesa Pearson & Son, y como huésped del gobernador del estado, Teodoro Dehesa.
ADIÓS PARA NO VOLVER
Abordará el “Ypiranga” el día 31 de mayo. Lo despedirán veintiún cañonazos de honor disparados desde San Juan de Ulúa y una muchedumbre llorosa. Nunca regresará a México.
Díaz se embarcó en el vapor alemán “Ipiranga”, despidiéndose de su país con una emotiva ceremonia. La música del Himno Nacional acompañó su partida. Díaz, conmovido, no derramó lágrimas hasta que el barco se alejó del muelle, contemplando las costas mexicanas por última vez hasta que se perdieron en el horizonte.
¿POR QUÉ EXISTE UN “DESAYUNO PORFIRIO” EN VERACRUZ?
En distintos relatos se menciona que el café ofrece este platillo como una manera de honrar la historia y tradición de su fundación y de la visita del expresidente Porfirio Díaz en 1911, quien solicitó ese desayuno específico antes de partir al exilio.
La leyenda cuenta que Díaz lloró en su última visita al famoso Café de la Parroquia antes de partir en la embarcación Ypiranga. El dictador murió cuatro años después en París, Francia. Desde entonces, sus restos siguen sepultados en el cementerio de Montparnasse.
A la fecha el Café de la Parroquia es más reconocido por su tradición de servir el vaso lechero, el cual se puede pedir golpeando la cuchara en el vaso. Uno de los meseros acudirá con un vaso de café y una jarra de leche caliente, para que el comensal sea el encargado de solicitar la cantidad que desea beber. (Con información del Museo Legislativo)