Desde hace 50 años Gustavo Pérez (Ciudad de México, 1950) trabaja la cerámica, evocando qué es lo que le interesó de explorar este arte comenta que tenía una necesidad muy fuerte de trabajar con sus manos y de hacer algo creativo con el barro. “Desde el principio tuve una fascinación por el material y el oficio, del cual no sabía nada porque no tenía un antecedente familiar que me pudiera orientar en esa dirección, más bien fue un encuentro personal, todo lo que ha aparecido lo he ido descubriendo en el camino”, detalla.
Agrega que en el inicio de su carrera lo que quería hacer era un trabajo artesanal, “pero descubrí que al paso de poco tiempo mi afán era realmente de otro tipo, no estrictamente artesanal, sino artístico, creativo, sí apoyándome en lo artesanal, pero con una mirada creativa, una mirada de artista con el barro, no para reproducir el trabajo de alguna tradición, porque desde luego no pertenezco a ninguna tradición de manera precisa, pero apoyándome en los aspectos básicos de lo artesanal para encontrar un camino de expresión personal”.
Para el ceramista “el camino personal exige la búsqueda de un lenguaje propio, ese lenguaje personal es algo que se tiene que descubrir, no hay manera de imaginarlo y yo sé que todo lo que he conseguido en términos creativos, todas las diferentes series de piezas que he hecho las he descubierto, no las he buscado, ha sido una sorpresa poder desarrollar ciertas ideas”, comenta quien en 2010 fue galardonado con el Premio Nacional de Cerámica en México.
Gustavo Pérez regresa al Centro de las Artes de San Agustín (CaSa), donde desde hace varios años ha colaborado, para presentar Intercambio, una exposición que es el resultado del trabajo colaborativo con Macrina Mateo quien trabaja el barro en San Marcos Tlapazola, Oaxaca. La muestra se inauguró el sábado 26 de noviembre a las 13 horas.
Sobre la obra que integra Intercambio, Pérez menciona que las elaboró junto con Macrina Mateo hace una década, “es un tema de carácter escultórico, son formas cerradas pero con una serie de elementos que son como aros, como si fueran asas, pero no hay ninguna utilidad en esos aros que definen la forma, también hay piezas que tienen un poco más de cercanía con lo utilitario”.
Quien fue el primer artista-ceramista mexicano invitado a una residencia en Manufacture Nationale de Sèvres, Francia, platica que en la exposición en el CaSa se ve básicamente un estilo de pieza.
Es una etapa de mi trabajo, si se fijan bien en todo lo que he hecho antes y después se podrá apreciar que las piezas que presento son de ese momento de mi vida, de mi carrera, porque antes de ese momento nunca había hecho eso y después de ese momento no lo he vuelto a hacer, es un momento. Eso es lo que exige el trabajo creativo, exige ser consecuente con lo que uno quiere hacer en el momento y no estar repitiendo lo que ya se conoció lo que ya se encontró antes, es una búsqueda a partir de un interés y una curiosidad por descubrir”.
Las piezas son formas elaboradas por Pérez con el barro del taller de Mateo, una vez que las piezas estaban definidas, el terminado y bruñido estuvo a cargo de Macrina Mateo y su equipo. “El resultado es una colaboración, yo hice las formas, pero el acabado de las piezas es característico del taller de Macrina en Tlapazola”, expresa el ceramista.
Gustavo Pérez comenta que el origen de las colaboraciones que ha realizado fueron iniciativas del artista Francisco Toledo, “él tuvo el interés de este contacto con artesanos, gracias a él vi varias veces demostraciones, una demostración importante fue en el taller de Canela en San Agustín, con barros de diferentes comunidades, luego se dieron colaboraciones puntuales, con artesanos, esta última fue con el taller de Macrina”.
En principio fue iniciativa del maestro Toledo, pero coincidió con un interés mío de colaborar, para mí era importante que fueran útiles esas colaboraciones, siendo muy breves no se consigue una profundización suficiente para que quede una huella realmente importante, pero es una experiencia y lo más significativo de estos encuentros fue el compartir con cada uno de los artesanos con los que trabajé. En el caso de Macrina fue una gran experiencia conocer su taller y a su familia, toda esa hospitalidad y la intención era que a ella le interesara el diseño y lo desarrollará”.
La exposición Intercambio de Gustavo Pérez podrá visitarse en el CaSa del 26 de noviembre de 2022 al 12 de febrero de 2023.
