Quetzalli, Donají, Itaí y Alejandro, el relevo generacional en artesanías
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Arte y Cultura

Quetzalli, Donají, Itaí y Alejandro, el relevo generacional en artesanías

Los menores artesanos ya dedican tiempo a elaborar alebrijes en Tilcajete y textiles en Pueblo Nuevo


Fotos: Adrián Gaytán // Los menores comienzan con pequeñas cosas, como la pintura.
Fotos: Adrián Gaytán // Los menores comienzan con pequeñas cosas, como la pintura.

Por necesidad, entretenimiento o en su caso, seguir el legado familiar, cientos de niñas y niños participan en la cadena artesanal en Oaxaca, y en las comunidades como San Martín Tilcajete, donde la participación nace desde corta edad.

En Oaxaca, el sector infantil realiza diversas actividades económicas en sus horas libres o en algunos casos, dejan la escuela para obtener dinero para la familia.

Quetzalli, Donají y Alejandro, son menores de edad que dedican varias horas a la decoración de alebrijes desde el taller artesanal “Copal mágico” en el municipio de San Martín Tilcajete.

Sin descuidar la escuela y las tareas escolares, Donají empezó desde los 6 años en la pinta de piezas pequeñas con las cuales sus padres le dejaban experimentar.

A sus 12 años de edad, maneja un trazo más detallado, mezcla colores y acompaña a sus figuras con simbolismo que los hace más atractivos.

Me gusta pintar los alebrijes, no es una obligación, pero desde pequeña me ha interesado ayudar a mi mamá y mi papá”, dijo.

Ella ya estudia la secundaria y se emociona cuando a un turista le interesa y adquiere uno de sus alebrijes, porque las horas que dedicó ven sus frutos.

Roxana Ortega y Jesús Hernández son las personas responsables del taller familiar, en donde se pueden llevar a menores de edad a pintar un alebrije y que conozcan de esta destreza.

Con sus pequeñas manos, Alejandro, un menor de 6 años de edad que cursa el primero de primaria ya empezó a tomar el pincel para empezar en esta artesanía desde esta comunidad considerada como “cuna del alebrije”.

 

 

Las familias artesanas, enseñan a sus hijas e hijos las artesanías a corta edad, para que vayan conociendo de las diversas técnicas.

 

 

De acuerdo con las personas responsables, los menores comienzan con pequeñas cosas, como la pintura, “primero le ponen un color, luego cambian de opinión y le dan otra capa de otro color; se cansan y se van a jugar y regresan”.

Roxana, mamá de las niñas y tía del menor, dijo que en esta comunidad enseñan a la infancia a la elaboración de esta artesanía como una forma de mantenerla viva.

Como un juego se abre la ventana del amor por los alebrijes y serán quienes mantendrán el legado”, comentó.

Quetzalli está contenta por haber aprendido este arte porque es una forma de vida para las personas adultas, además que enaltece a su municipio que pertenece al distrito de Ocotlán.

Es también una forma de alejarlos de los celulares, de las tabletas y de los juguetes tecnológicos. El diseñar alebrijes les abre la mente a la imaginación, de pensar en sus colores favoritos, y a descubrir sus destrezas”, dijo Roxana Ortega.

Alejandro deja los carritos, y el juego con sus amigos para ir al taller para ayudar con los alebrijes, y de seguir así, en unos años después, podrá tallar, esculpir y trazar la madera para realizar magníficas piezas.

Sí me gustaría vender muchos alebrijes”, comentó el menor de edad.

 

Citalli y el telar de pedal

 

Itaí Citlali López Hernández, estudia el sexto grado de primaria y ya es artesana en el ramo del textil en la técnica de telar de pedal de chicote con hilos de algodón.

Desde la agencia municipal de Pueblo Nuevo de esta ciudad de Oaxaca, la menor de edad dedica su tiempo después de la escuela y de terminar su tarea a ayudar a su papá para realizar la artesanía.

Cuando llego de la escuela, hago mi tarea y después ayudo a mi papá al telar, a hacer canillas, y también vender en la tienda”, comentó.

La estudiante ya realiza canillas, flecos, sabe escoger el hilo y utilizar el pedal, además de ir conociendo cada una de las etapas de este proceso de elaboración.

Y es que, en Oaxaca, las familias artesanas, enseñan a sus hijas e hijos las artesanías a corta edad, para que vayan conociendo de las diversas técnicas.

El padre de Itaí, egresado de la Universidad Tecnológica de los Valles Centrales, informó que las piezas en cuya elaboración participa la menor de edad, son exportadas y adquiridas por turistas nacionales y extranjeros.

Estos son los casos de niñas y niños que toman las actividades artesanales como una opción y están bajo los cuidados de sus madres y padres; sin embargo, está otro sector en trabajos peligrosos, sin la supervisión de adultos.

 

Izquierda: Donají empezó desde los 6 años en la pinta de piezas pequeñas.
Derecha: Alejandro ya empezó a tomar el pincel para empezar en esta artesanía.

 

69 mil niños en ocupaciones peligrosas

 

De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) con datos del 2020, de la población de 5 a 17 años de edad que se encuentra en condición de ocupación no permitida, el 55 por ciento, que representa 83 mil 747, está por debajo de la edad mínima y el 45 por ciento, unos 69 mil 807, en ocupación peligrosa.

Asimismo, de la población infantil en condición de ocupación no permitida que es de 153 mil 554, el 18 por ciento, que representa 27 mil 655, no asisten a la escuela.

Del total de la población infantil que se encuentra en condición de ocupación no permitida, el 43% (65,738) se dedican principalmente al sector primario y le sigue el terciario.

 

Roxana Ortega y Jesús Hernández son las personas responsables del taller familiar.

aa

 

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