Nina, en busca de anular desigualdades en los SNI
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Nina, en busca de anular desigualdades en los SNI

“Ningún sistema normativo es puro ni estático, sino que se encuentra en permanente cambio”: Nina


Nina Martínez Cruz es una estudiante oaxaqueña de excelencia.
Nina Martínez Cruz es una estudiante oaxaqueña de excelencia.

Nina nació en San José Lachiguirí. Su lengua madre es el zapoteco y lo sigue hablando, aunque para desenvolverse fuera de su núcleo debe hacerlo en español. Lachiguirí, en español, significa “llano de ocote”.

Su padre fue campesino y músico, oficios que le dieron prestigio dentro de la comunidad porque, en los sistemas de usos y costumbres, hacer tequio te otorga una distinción. Cada que se necesitaba, él y la filarmónica de Lachiguirí estaban ahí para ayudar. Su madre es artesana y, para obtener un ingreso teje petates de palma. Su familia es numerosa, fueron nueve hermanos y, dadas las condiciones de marginación, ella y su hermano más pequeño fueron los únicos que tuvieron la oportunidad de cursar estudios más allá de la primaria.

Se siente afortunada y lo narra como anécdota. Conforme avanzaba en sus estudios se fueron abriendo las escuelas. Pasó con la secundaria y el bachillerato, por lo que hasta ese momento ella no tuvo que desplazarse a ningún pueblo cercano. Sin embargo, estudiar una licenciatura era otro nivel y requería sacrificios. Primero, dada la cultura de su pueblo, es normal que las mujeres se casen y embaracen muy jóvenes y no continúen con sus estudios. Por otro lado, si quería hacer una carrera universitaria debería irse a Miahuatlán, a una hora de distancia en camión o colectivo. La decisión no fue difícil, peo estaba consciente de que debía soportar la presión social.

En Lachiguirí no hay señal de celular y su primer contacto con una computadora fue hasta la secundaria. Para ella fue un gran triunfo saber encenderla y operarla y, para acceder al internet, que era muy lento, debía irse al Centro Comunitario. Ahí, dentro de sus propias reflexiones descubrió que le gustaba la docencia.

Tuvo que irse a Miahuatlán, rentar un cuarto para quedarse ahí y poder estudiar en la Universidad de la Sierra Sur, UNSIS, donde cursó la Licenciatura en Administración Pública. Sabía que tenía habilidades en el campo de las ciencias sociales y tuvo razón puesto que su conciencia de lo social está muy presente en su vida, sus decisiones y en su deseo de ayudar a mejorar las condiciones de vida y justicia de grupos vulnerables.

Haciendo lo que le gusta, la docencia, esperó hasta encontrar una nueva oportunidad para continuar su brillante trayectoria académica. Para ello tuvo el valor de irse al Estado de México y matricularse en el Colegio Mexiquense, A.C., en donde cursó su Maestría en Ciencias Sociales con especialidad en Desarrollo Municipal.

Sus propias vivencias tamizadas a través de los estudios que realiza le permiten ver con claridad que es necesario actualizar políticas públicas, modernizar el sistema de usos y costumbres y que se debe trabajar desde abajo, desde el nivel municipal para poder generar un cambio, sobre todo, apoyar a la mujer indígena, desde lo familiar y académico, para que estudie y mejore sus condiciones.

Con esta claridad en mente, supo que su siguiente paso era cursar un doctorado para poder tener una formación completa antes de volver a su tierra, como es su deseo. Por ello, diseñó un proyecto de investigación que vinculara a la sociedad con el Estado y, gracias a ello fue aceptada en uno de los claustros académicos y de pensamiento de mayor prestigio en América Latina, la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, FLACSO.

En la Constitución oaxaqueña están reconocidos los “usos y costumbres”, cuyo nombre legal es “Sistemas Normativos Indígenas” (SIN), que reconoce el derecho de los municipios indígenas a gobernarse de acuerdo con sus instituciones originarias. Se esperaría que este reconocimiento ayudara a los pueblos a alcanzar su desarrollo conforme a sus propias aspiraciones, normalmente definidas en asambleas comunitarias. La realidad es que, casi 30 años después el subdesarrollo persiste y la desigualdad se mantiene. Su proyecto trata de explicar cómo el reconocimiento de los SNI influye en estos indicadores desalentadores.

Su investigación de Doctorado dice: “parto de la premisa de que ningún sistema normativo es puro ni estático, sino que se encuentra en permanente cambio e interacción con otros sistemas. En este sentido, busco demostrar que cuando en los municipios indígenas la interacción institucional es jerárquica y excluyente, con dominio de un sistema normativo sobre el otro se generan mayores desigualdades internas. En cambio, cuando existe una articulación equilibrada entre ambas institucionalidades los municipios logran expresar la identidad propia de los pueblos indígenas, sus intereses y proyectos, así como la realización de estos disminuyendo la desigualdad entre y al interior de estos municipios”.

Nina Martínez Cruz es una estudiante oaxaqueña de excelencia, su investigación se llama “Gestión municipal y desigualdad en los Sistemas Normativos Indígenas en Oaxaca, México. Muy pronto llegará a su meta: “Doctorado de Investigación en Ciencias Sociales. Mención en Sociología Política”.

Contacto: [email protected]

 

Néstor Yuri / Javier Toledo Flores


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