San Dionisio Ocotepec,  el cerro de los ocotes 
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San Dionisio Ocotepec,  el cerro de los ocotes 

Tomando la carretera al Istmo de Tehuantepec y como a una hora y media de distancia se encuentra este bello lugar


San Dionisio Ocotepec,   el cerro de los ocotes  | El Imparcial de Oaxaca

Dentro de los hermosos pueblos de Oaxaca, San Dionisio Ocotepec ocupa un lugar especial. Tomando la carretera al Istmo de Tehuantepec y como a una hora y media de distancia se encuentra este bello lugar donde se puede pasar un fin de semana único. 

Su nombre viene del náhuatl y significa “cerro de los ocotes” y conserva el nombre de San Dionisio por ser este el santo patrón del pueblo. San Dionisio fue el primer obispo de París y al final de su vida tras ser martirizado fue decapitado, cuenta la historia que caminó seis kilómetros con su cabeza bajo el brazo, atravesando Montmartre, camino que actualmente es conocido como la calle de los Mártires y al término de su trayecto entregó su cabeza a una piadosa mujer descendiente de la nobleza romana, llamada Casulla y después se desplomó. Su festejo se realiza al igual que en Francia el día 9 de octubre, es conocido como Saint Denis. En esta población se programan diversas actividades que determina con el comité de las fiestas patronales que se renueva cada año. 

Su lengua materna es el zapoteco y radican en este lugar más de diez mil 600 habitantes quienes desarrollan las actividades de agricultura, ganadería, elaboración de artesanías y en especial a la producción de mezcal de forma artesanal. Aquí también hay un grupo de mujeres zapotecas que se dedican a la elaboración de calzado de forma artesanal.

Diversas familias de este lugar se dedican al cultivo de maguey, principalmente de tipo espadín, con el cual elaboran mezcal, pero también se cosechan otro tipo de agaves para la elaboración de diferentes tipos de mezcales orgánicos, logrando también de esta manera muy buenos ensambles, que son tan apreciados no solo en México sino en otros países, siendo por este motivo que también este pueblo tiene importancia dentro de los poblados que se dedican a la producción del mezcal, enriqueciendo el gran prestigio que Oaxaca tiene a nivel mundial en la elaboración de este producto.

Hay servicios turísticos en este lugar, aunque son básicos, pero se puede comer delicioso y hospedarse en pequeños lugares que se ofrecen alojamiento, también es posible hallar un grupo de personas que van a entregar diferentes obsequios a futuros novios, ya que aquí se acostumbra que previo a contraer nupcias, los amigos y vecinos les llevan a los futuros esposos diversos regalos, o dinero, envueltos en un cartón para que se vean los billetes, por supuesto que con su respectivo moño. 

En algunas de sus festividades pasean a una yunta, lo que permite ver la relevancia que tiene en la economía del lugar, tanto para la agricultura, como para la ganadería. 

Por cierto, tan solo a cinco minutos de San Dionisio Ocotepec, se encuentra la laguna Las Salinas de San Pablo Guila, que está rodeada de grandes cerros y con agua color turquesa, lo que hace que se confunda con el cielo, lo que provoca la admiración de los visitantes. Las aguas de esta laguna nacen de capas subterráneas de la tierra, donde la temperatura es más caliente y al combinarse con minerales, genera ese efecto burbujeante que pareciera que está hirviendo, lo cual llama mucho la atención de los visitantes. 

Felipe Valdivieso Vega comparte sus conocimientos 

Felipe Valdivieso Vega nació en Juchitán de Zaragoza y en su mente no existen los límites, su preparación académica es sobresaliente, él es licenciado en Relaciones Internacionales, maestro en Gestión Pública Aplicada por el Tecnológico de Monterrey y realizó dos masters en España. Está certificado por el Tec. de Monterrey en Administración de Empresas del Sector de Construcción. Además, posee una maestría en Administración de Negocios por la Escuela de Organización Industrial Madrid y es doctorante en políticas públicas. 

Cursa las licenciaturas en Derecho y en Contabilidad y Finanzas, pero lejos de ver su nutrida preparación académica como un tema presuntuoso, él coincide con lo que nos dice el físico Michio Kaku, “que el conocimiento no sirve de nada sino se comparte”. 

Es por ello que Felipe Valdivieso realiza diversas conferencias para poder compartir importantes temas entre quienes tienen la voluntad de hacerlo y quienes necesitan que les lleguen ciertos apoyos, por ejemplo las organizaciones de la sociedad civil, pues existe el interés de algunas personas altruistas por poder ayudar, sin embargo, requieren  una integración adecuada y reconocimiento jurídico, pues hay que saber cómo formarla desde un inicio y poder operarla con eficiencia, con el equipo humano y recursos materiales, técnicos y económicos necesarios. 

Felipe Valdivieso es un orgulloso oaxaqueño que es muy reconocido además de ser una persona sencilla, humilde y atenta.