Escribir sobre viajes es casi artes plásticas

En El Palenque, el escritor Paul Theroux (Medford, Massachusetts, 1941), se centra en una historia que escuchó en la Mixteca Alta de Oaxaca. Este libro de viaje editado por Calamus fue ilustrado por el artista Francisco Toledo y es el resultado del viaje que realizó Theroux por México. El escritor Michael Sledge y el diseñador Hazam Jara presentaron el libro en el Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca (IAGO).

Aunque actualmente proliferan muchos blogs de viajes en plataformas como YouTube e Instagram que recurren a contenido multimedia, Theroux considera importante escribir sobre este género. “Escribir sobre viajes, especialmente con lápiz y papel, a la antigua y laboriosa manera, obliga al escritor a pensar mucho, a considerar cada palabra, y debo decir que escribir de esta manera, lenta, cuidadosamente, es casi como una de las artes plásticas, como hacer un cuadro, algo que aprobaría el maestro Francisco Toledo”.

Agregó que existe “algo profundamente sospechoso en la velocidad, la prisa, la impaciencia del blog de viajes, y esto crea inexactitudes y juicios precipitados. No desprecio la computadora: la uso a menudo (aunque siempre escribo un primer borrador a mano con lápiz y papel), pero sabemos que Internet está lleno de mentiras y medias verdades, y no es de fiar. Confío en el paciente testigo vigilante que toma notas”.

Theroux decidió viajar por México durante dos años para ver de primera mano cómo era el país, después de que el presidente de su país comenzara a hablar mal de los mexicanos. “Por supuesto ya había ido a México, pero no de manera intensiva”.

En ese viaje comenzó a escribir El Palenque, Theroux contó que estaba en un pequeño pueblo de la Mixteca Alta y un hombre comenzó a contarle una historia. “Fue un comienzo maravilloso, pero después de un rato dije: No me cuentes más. Escribiré el resto de la historia yo mismo”.

Considerado uno de los escritores más reconocidos del mundo y es autor de El gran bazar del ferrocarril que constituye un clásico de la literatura de viajes, Theroux dijo que el maestro Toledo “entendió que la esencia de México se encuentra en su interior: los pueblos, las comunidades lejanas, las culturas indígenas donde las historias se cuentan en susurros, en lenguas antiguas que aún sobreviven.

Y cuando estas historias se ilustran, también se representan en imágenes antiguas, la persistencia de la memoria en tales culturas. Creo que esto se refleja en mi librito, que está brillantemente ilustrado”.

Abundó que el maestro Toledo logró con su arte, “recordar a la gente de México quiénes son, qué es importante en sus vidas y, a menudo, hacerlos sonreír y alegrarse de estar vivos”.

El escritor mencionó que conocer y entablar una amistad con Toledo fue una de las emociones de su vida. “Era un maestro en todos los sentidos, era modesto, sin vanidad, y no necesitaba dinero a menos que lo destinara a una buena causa: para una biblioteca, una escuela, una empresa editorial o para ayudar a las personas necesitadas como las víctimas del terremoto en Juchitán. Toledo fue casi budista en su humildad y compasión, y fue un artista incansable”.

El libro que fue ideado por Toledo y Theroux se publicó bajo el sello de Editorial Calamus. Durante la presentación el escritor Michael Sledge compartió parte de los viajes que realizó por Oaxaca con Theroux y el diseñador Hazam Jara habló acerca del proceso de diseño del libro, el cual trabajó con el maestro Toledo.