Muestra Toledo la explotación bajo el orden y progreso
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Muestra Toledo la explotación bajo el orden y progreso

Basada en la idea del Porfiriato, la artista mexicana reflexiona sobre los estragos dejados por las eólicas en el Istmo de Tehuantepec


Muestra Toledo la explotación bajo el orden y progreso | El Imparcial de Oaxaca
La artista mexicana Laureana Toledo cuestiona cómo una parte de la humanidad sigue sin aprender de su pasado, de su historia con el tren

Como si de un mismo tiempo se tratara, las fotografías y videos muestran un paisaje desolado, un basurero en el que sobre vuelan aves de rapiña y se alimentan perros y algunas reces. Pero no son un mismo tiempo, son un pasado y presente en el Istmo de Tehuantepec, en el estado de Oaxaca.

Lo que antes se promovió como “orden y progreso” en tiempos del presidente Porfirio Díaz no lo es más. Es una escena de miseria, pobreza, abandono, migración y explotación. Una escena que se repite, pero ahora con otras personas, con grandes aerogeneradores de las eólicas instaladas en la región. Las vías aún existen, pero su tren, conocido como La Bestia, lleva a bordo a miles y miles de migrantes.

A través de una investigación de nueve años, la artista mexicana Laureana Toledo cuestiona cómo una parte de la humanidad sigue sin aprender de su pasado, de su historia con el tren. Su reflexión la plantea en la exposición Orden y progreso, en curso hasta noviembre en el Centro de las Artes de San Agustín (CaSa), en San Agustín Etla. En ella retoma el lema del régimen de Porfirio Díaz (1830-1915) en México durante su dictadura, el de orden y progreso.

Pero la idea de un progreso, entonces con el tren, y “el progreso ahora en forma de parques eólicos”, el Tren Maya y el Corredor Interoceánico son lo mismo, solo que de ambos no hemos aprendido nada, dice Laureana (Ixtepec, Oaxaca, 1970).

 

Laureana Toledo condujo su investigación y exposición, en la que parece mezclar dos tiempos

 

Bajo esa reflexión y con ayuda de la curadora Ariadna Ramonetti Liceaga, la artista visual condujo su investigación y exposición, en la que parece mezclar dos tiempos. “Hay fotos que son de ahora, que podrían parecer de entonces (el Porfiriato) y viceversa. Y cosas que han permanecido, básicamente la explotación de la tierra y del territorio”, explica.

Es un ejercicio de poder decir: ¿qué sucedió entonces que está esta devastación? ¿Podemos aprender nuestra lección?” se pregunta Laureana, quien ahonda que aquella misma ruta del ferrocarril se está ampliando en el Istmo y se esperan los mismos efectos.

 

Va a haber, pues sí, más riqueza, más trabajo, más violencia, más drogas, más migrantes. Todo se amplifica”, apunta sobre el Interoceánico y el Tren Maya. Laureana remarca que proyectos como estos “casi no benefician a la gente que está ahí” y por lo general se explota a la tierra, personas y animales de la región “en aras del progreso”.

La inversión extranjera (entonces con el magnate inglés Weetman Pearson), pero con el respaldo de actores internos del país es otro de los puntos en los que Laureana se detiene para reflexionar y en el que partió su investigación de nueve años.

 

Lo que antes se promovió como “orden y progreso” en tiempos del presidente Porfirio Díaz no lo es más

 

Toledo visitó el Museo de Ciencia de Londres para indagar en el archivo Weetman D. Pearson. De ahí hizo varios viajes por México, principalmente al Istmo de Tehuantepec, tierra de la que es originaria, pero que en su niñez conoció como una eterna migrante. Y por lo cual la muestra es también una especie de reconexión con su pasado y sus raíces zapotecas.

Esos viajes para contrastar lo visto sobre el antiguo Ferrocarril Nacional de Tehuantepec, por Salina Cruz y otras comunidades le permitieron ver cómo la explotación de la tierra y del territorio persisten, pero ahora con otras empresas, la minería, las eólicas y demás proyectos.

El regreso a Inglaterra, pero para visitar el Cowdray Estate en West Sussex, aun propiedad de la familia Pearson, completó la investigación que comparte a manera de exposición.

En ella muestra los contrastes entre el Cowdray Estate y la desolación, migración, marginación y estragos en el Istmo de Tehuantepec, parte de estos últimos causados por los terremotos de 2017.


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