Lenguas originarias: del encuentro a los retos
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Lenguas originarias: del encuentro a los retos

En el marco del Día Internacional de la Lengua Materna, hablantes y estudiosos señalan que son necesarias políticas públicas para preservar las lenguas


Lenguas originarias: del encuentro a los retos | El Imparcial de Oaxaca

La ciudad de Oaxaca es una urbe que por diversos motivos ha concentrado en su territorio a personas de diversos orígenes y comunidades del estado. Y eso ha provocado que la diversidad lingüística sea parte de su patrimonio. Sin embargo, también permite ver cómo las actitudes de discriminación o de falta de impulso para su preservación han puesto en riesgo a los idiomas.

Hablantes, editores y desarrolladores de aplicaciones sobre lenguas originarias coinciden en que las lenguas del estado tienen un punto de encuentro en la capital del estado. También señalan los retos en cuanto a su preservación, difusión y promoción, pues las publicaciones o aplicaciones no siempre son suficientes.

MÍNIMO DE HABLANTES

Según el último censo poblacional, en la capital del estado radican más de 21 mil 500 personas mayores de tres años que hablan alguna lengua originaria del estado. Pero la cifra es mínima si se piensa en los más de 270 mil habitantes que tiene la capital.

A través de la migración se traslada a la ciudad una forma de vida, refiere la editora Araceli Mancilla. La también poeta, que aclara no hablar ninguna lengua originaria del estado, sí se ha involucrado en proyectos editoriales junto al fallecido artista Francisco Toledo y con la biblioteca de investigación Juan de Córdova. Por ello señala que si estamos muy orgullosos de una ciudad patrimonio mundial, ese patrimonio abarca –entre otras cosas– una riqueza lingüística.

Engracia Pérez Castro, del colectivo Kumoontun, concuerda con Mancilla y otros colegas como Ricardo Jiménez y Gabriela García, al explicar que la urbe es una donde lo mismo hay familias que provienen de la zona mazateca, del mixe bajo, de la Chinantla, de la Mixteca y otras regiones o zonas del estado de Oaxaca. Aunque de orígenes diversos, considera que hay algo más que las une, como las formas de vida y de organización, y que estas están ligadas a un idioma originario.

“Nos damos cuenta que cuando nos reunimos, planeamos convivencias o trabajo colectivo, lo hacemos de corazón como estamos acostumbrados en el pueblo”. La lengua, dice, tiene que ver con todo: la fiesta, los chistes, los planes. Y que cuando se coincide en la ciudad con hablantes de un idioma como el propio, ya sea una variante del mixe, del mixteco u otro, se puede “dialogar en nuestra lengua, poder comunicarnos y sentirnos como hermanos”.

Gabriela García, trabajadora en la biblioteca Juan de Córdova, ahonda en esa experiencia, pues desde su trabajo ha tratado de promover las lenguas indígenas del estado. Pero reconoce que el acercamiento o contacto es distinto según los usuarios o visitantes. Con aquellos que son del estado, a veces trata de compartir saberes sobre otras poblaciones.

Ricardo Jiménez, desarrollador de aplicaciones digitales para las lenguas chontal y mixteca, cuenta que cuando va en un taxi o camión y escucha que alguien habla un idioma originario se acerca y pregunta sobre él. Su intención es conocer más, interesarse por las costumbres y otros aspectos de los hablantes y sus comunidades, a fin de ver con orgullo una lengua que quizá –como muchas– ha sido motivo de discriminación.

¿Y LAS POLÍTICAS PÚBLICAS?

Este jueves, previo al Día Internacional de la Lengua Materna, el grupo de hablantes y estudiosos remarcó que se carecen de políticas públicas que apoyen la preservación y difusión de las lenguas originarias. Asimismo, que es necesaria la colaboración para desarrollar talleres u otras actividades para su promoción y preservación.

“El poder mostrar la lengua a través de su contexto, formas de vida, es algo que pueden impulsar las políticas públicas. Puede haber políticas públicas que permitan que toda esa gente que elabora artesanías y que vive en Oaxaca hable de ellas en su lengua aunque después lo haga en español. Es necesario que los niños triquis que abundan en el centro de Oaxaca puedan manifestar a través de materiales, como Las Fábulas de Esopo, sus propias fábulas”, indicó Mancilla en el conversatorio transmitido desde la página del ayuntamiento capitalino.