El ombligo de Guie’dani, la rebeldía frente a la sumisión
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Arte y Cultura

El ombligo de Guie’dani, la rebeldía frente a la sumisión

El director Xavi Sala considera que “el cine mexicano está contado desde la mirada de la clase media acomodada y eso impide” representar a quienes son indígenas


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“Hasta ahora, todos los personajes que he visto de indígenas en la cinematografía mexicana son sumisos”. Para el cineasta Xavi Sala esa representación contrasta con la de Guie’dani, la niña zapoteca de Oaxaca que protagoniza su primera película: Xquipi’ Guie’dani (El ombligo de Guie’dani). “Ella no, ella no tiene nada que ver con eso, es la antítesis de aquello”, remarca el realizador de raíces catalanas y nacionalizado mexicano.

Para la cinta estrenada en octubre en circuitos comerciales, Sala se apoya en el talento actoral de Sótera Cruz. Ella encarna a una menor zapoteca que junto con su madre llega a trabajar como empleada doméstica para una familia de clase media de la Ciudad de México. La que en el nuevo contexto insiste en volver a su natal Xadani (Istmo de Tehuantepec), se rebela y enfrenta una crisis de identidad.

“Me parece que es muy justo reflejar una realidad desde el punto de vista de esa realidad. Tradicionalmente, el cine mexicano está contado desde la mirada de la clase media acomodada y eso impide que se pongan en sus zapatos (de las personas indígenas) porque son parte interesada de un conflicto”, apunta el realizador sobre el largometraje hablado en zapoteco y español.

Y por ello se siente orgulloso, pues considera que ha podido “reflejar una realidad que durante siglos estaba silenciada, que es la dignidad de un pueblo que no se somete, que no se resigna a lo que desde las grandes ciudades desean: aniquilarlos”. Además, por enfrentar la idea aspiracional que “se vende” en la publicidad, las películas y la televisión, al tiempo de exponer que “la felicidad no está en la gran ciudad, puede estar en tu pueblo, donde por cierto no hay miseria, como en la Ciudad de México”.

Este 21 de diciembre, la película se reestrena en Oaxaca, luego de seguir su camino en festivales de cine como el Internacional de Morelia de 2018, en donde Sótera Cruz tuvo la Mención Especial del Jurado a la Mejor Actriz.

Basado en tradiciones y creencias de pueblos del mundo, de que al nacer una parte del bebé (el cordón umbilical, por ejemplo) se entierra o cuelga en un sitio de la casa, el realizador se enfoca en la cultura zapoteca del Istmo de Tehuantepec. En esta se cree que “si algún día te vas del pueblo, acabes regresando a tus orígenes, a tu tierra, a morir, a donde está tu ombligo”. Y eso le pareció “poético” y hermoso para llevarlo al título original de la película, en zapoteco: Xquipi’ Guie’dani.

¿Se relaciona la temática con sus orígenes catalanes? “Sí, por supuesto. Digamos que soy nacionalizado mexicano, pero mi origen es catalán, no español. La lucha identitaria de mi pueblo, la situación actual y pasada de mi pueblo originario es idéntica a la del pueblo zapoteco y al resto de pueblos del mundo. En Oaxaca se hablan 17 lenguas y todos los pueblos originarios de México han sido conquistados por los mismos que el pueblo catalán”.

Sala conoció el pueblo zapoteco de Oaxaca hace más de 10 años mientras trabajaba en documentales sobre la cultura, la lengua, las tradiciones. “En aquel momento me asombraron las cosas que me habían ocultado; ¿cómo al pueblo zapoteco y al resto de los pueblos mexicanos les han ocultado la realidad del pueblo originario?”, relata el director. Y ahonda que la identificación con ella va hacia el “complejo de inferioridad, la discriminación a nuestra lengua, que nos depreciaban diciendo que hablábamos dialecto y no lengua”.

Pero a ello, su vida en el país lo hizo experimentar “el clasismo y racismo” propio de la Ciudad de México, donde vive desde hace unos años y que, refiere, le “sigue horrorizando”. Es así como surge la trama del filme que le tomó unos seis años concretar y que piensa no podría ser contada igual por otro mexicano o persona de otro país que haya vivido “esta misma discriminación. Por eso la gente la siente tan auténtica, porque es una mirada profunda de la protagonista y para mí eso era muy importante”.

Sótera Cruz es de Juchitán y su personaje es una niña de Santa María Xadani. La decisión de que ella fuera la protagonista fue responsabilidad única de Sala, quien durante dos años estuvo haciendo casting en el Istmo de Tehuantepec buscando a Guie’dani. “Y la encontré con Sótera Cruz después de mucho tiempo desesperado. Me cautivó su mirada, es una chica muy talentosa, no sólo en la interpretación, sino una artista en mayúsculas que espero que su familia y el pueblo de Juchitán sepan valorar y ayudarle en su carrera”.

Para Xavi, Sótera representa no sólo la personalidad de Guie’dani, sino la identidad misma que percibe del pueblo y de la mujer zapoteca, a la que considera “la más aguerrida de toda la república, la más luchona y autónoma”.

Desde Xquipi’ Guie’dani (El ombligo de Guie’dani), el realizador propone “una profunda reflexión sobre el clasismo, el racismo y la discriminación de los pueblos originarios en la sociedad mexicana actual, donde la bondad esconde una gran hipocresía”, de la que “muchos mexicanos no se dan cuenta que no se dan cuenta”.