Cantarán Sones para convertirse en nahual
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Cantarán Sones para convertirse en nahual

El sexto disco del Instituto Intercultural Calmécac está hecho con “guelaguetza”, la esencia que de Oaxaca destaca el cantautor Nathanael Lorenzo Hernández


Cantarán Sones para  convertirse en nahual | El Imparcial de Oaxaca

En su familia materna corre sangre de curanderos, de ahí que no sea de extrañarse que por las venas de Nathanel Lorenzo Hernández vaya ese mismo torrente. El mismo de los pueblos de Oaxaca que cree en tonas y nahuales, de los que se unen en la fiesta para colaborar entre sí y mostrar la esencia de la guelaguetza, la palabra zapoteca que define a la cooperación recíproca. Hoy, ambas ideas, la de la existencia y transformación en otros seres de la naturaleza y la de la ayuda mutua están reunidas en la música y el canto. El cantautor originario de Nejapa de Madero y la banda filarmónica del Instituto Intercultural Calmécac (IIC) las presentan en un disco, el sexto de una trayectoria de siete años.

Sones para convertirse en nahual está hecho de guelaguetza. Más allá de los 10 temas que contiene, congrega la ayuda de la comunidad, de los artistas (cantantes, músicos y creadores de arte urbano) y toda persona involucrada en él.

“Hacer las cosas con la ayuda de todos es mejor”, cuenta el director y fundador del instituto que ahora opera en su comunidad natal, Nejapa de Madero. Para el músico que hace más de una década dejó la comodidad de un puesto en la Orquesta Sinfónica de Oaxaca, “echar mano de la comunidad también es algo hermoso”, pues representa el “trabajo que sabemos hacer los oaxaqueños por medio de la guelaguetza”.

Por eso, si de dinero se trata, Sones para convertirse en nahual se hizo con unos 10 mil pesos. Aunque lo que para una empresa significaría el abaratamiento de costos, para la escuela y su director es la ayuda mutua y el intercambio. En él están voluntades de artistas plásticos, cantantes, músicos, ingenieros de audio e incluso comunicadores.

“Aquí está un trabajo con el que se puede demostrar que todavía hay comunidad en Oaxaca, que a los artistas nos funciona como un medio para realizar nuestros proyectos”, resalta el compositor de Mantra para el regreso.

Con este disco, Lorenzo Hernández señala que en el estado aún existe “comunidad”, por lo que invita a los jóvenes a artistas a apoyarse en ella para hacer música, cine y “de todo”.

Notas de banda filarmónica, la ópera con la voz de Laura Cueva, la trova de Galo Mejía, así como los ritmos de la región del sotavento —con Casa Sotaventina—, están plasmados en el disco. Incluso el rock, con la banda Sentido abstrackto, encuentra un lugar en el álbum cuyo arte es autoría del colectivo de arte urbano Tlacolulokos.

El viernes 26 de julio, la banda y músicos invitados lo presentarán al público. El recital está programado para las 19 horas y contará con la participación de habitantes de San Carlos Yautepec, comunidad hermana de Nejapa que se presentará por vez primera en el segundo Lunes del Cerro (en las fiestas de “Julio, mes de la Guelaguetza”. Lo estará también Casa Sotaventina, agrupación con la que grabó el tema Mujer faisán, mujer mariposa.

Entre las canciones que se escucharán y que están en Sones para convertirse en nahual están Mantra para el regreso, una obra para voz, huéhuetl, sonaja, caracol y palo de lluvia; Cántame, dedicada a Luis Alberto Cruz, alumno del IIC asesinado en 2017 en San Lorenzo Cacaotepec; Cuéntame, escrita para la comunidad de Yalálag como una reflexión que invita a los abuelos a contarle a las nuevas generaciones la importancia de la cultura. Asimismo, Ojos huatulqueños, Amores de montaña, Toloache y Mujer faisán/mujer mariposa.