Ángeles Cruz (Villa de Guadalupe, San Miguel el Grande, Oaxaca) se considera muy torpe emocionalmente. Hace varios años, alguien cercana a ella le contó que fue abusada sexualmente y no supo ni qué responder. “Lo único que dije fue: ‘¿estás bien?’, ‘sí’. Ya no pude decir más, me quedé callada pensando, tratando de evadir, con un dolor extraño que no reconocía en mí”. Al final, cuenta, escribió La Tiricia o cómo curar la tristeza, su primer cortometraje.

Pero lo que quedó plasmado en la cinta de 2012 no es lo único ante lo cual se ha enfrentado la actriz, guionista y directora de cine. Aunque encontró una respuesta, por su mente siguen las preguntas, más cuestionamientos y necesidades por entender lo que ocurre a su alrededor. Muchas de las veces tan cerca de sí, como con Patrocinia Hernández, la mujer de su comunidad que conoce desde los tres años y a quien ve como una abuela, aunque no sabe quién de ambas se adoptó como familiar.

SE SIENTE ORGULLOSA

La mujer de nueve décadas de vida es clave en el cine de Cruz. Ambas debutan como directora/guionista y actriz en el cortometraje La tiricia o cómo curar la tristeza. De ahí, Hernández reaparece como extra en La carta y luego como protagonista en Arcángel. Hoy, Ángeles se siente orgullosa porque su abuela haya sido galardonada como mejor actriz en un festival de cine de Puerto Rico.

Lejos parecen quedar los días en que ambas sólo encontraban negativas en los sitios de acogida a los que acudían para que la abuela pasara dignamente su vida. En cambio, está el ánimo por el reciente premio Ariel, ganado el 24 de junio en la categoría de mejor cortometraje de ficción. Esta semana, la cinta trae a la directora a Oaxaca, en la apertura de la temporada mensual de OaxacaCine que comenzó este lunes.

LA CREACIÓN

Es aquí donde la actriz de cintas como El violín, Espiral, Tamara y la catarina, así como de Tiempo de lluvia, piensa sobre su producción detrás de las cámaras. Y es así como, entre la búsqueda de respuestas, suelta la que empata con la creación.
“Hablo desde lo que no puedo entender, a partir de eso escribo mis historias. No las hago buscando ni un acento ni con el afán de nada, es una reflexión en voz alta”, relata la realizadora que en piezas como Arcángel mira un ejercicio de solidaridad. Quién sabe si con el género femenino, pero a fin de cuentas una solidaridad.

“No quiero ni me interesa aleccionar, sino cuestionarme a partir de lo que me inquieta, me lastima”, subraya. Para Ángeles, el cine significa en cambio una manera de intentar entender. Pero, ¿acaso lo consigue? “¡No!, por eso sigo haciendo cine”.
En el cine, piensa que hay otros guionistas que hacen lo mismo, porque todos, en mayor o menor medida, intentar “entender algo” y a partir de eso escriben. Pero, aclara, eso es en el cine de autor, no del que tiene como objetivo entretener o ser redituable comercialmente.

“Al final de cuentas, ahí nos hallamos todos”, en esa búsqueda que en su caso inició con La Tiricia, y que no halló en la actuación porque esta no va con las preguntas propias. Por eso dice que no podrá dirigir nada que no sea suyo.

SU NUEVO FILME

Con varios premios cosechados como directora, en especial con Arcángel, Ángeles Cruz trabaja en su ópera prima, Nudo mixteco. El filme está en proceso de edición y reúne a viejos colegas como Rubén Luengas, quien colaboró con la música en Arcángel.

En Nudo mixteco están también actores como Miriam Bravo, Jorge Domínguez, Aída López y Noé Hernández. Además de personas de su comunidad, como la tía Chica, Epifanio o su prima María Sánchez. “Estoy muy contenta con el resultado”, expresa la realizadora que espera estrenar la película en 2020, y así compartir una historia sobre la intimidad de las mujeres de las comunidades en el mundo actual. También para mantenerse en ese constante cuestionamiento.

“Vuelvo a tocar temas que me interesan, como hablar del lesbianismo, del abuso, de lo que sucede con las familias separadas por la migración y qué sucede en la intimidad de las mujeres, adentro de nuestras recámaras”.

“HAY QUE LUCHAR POR LA IGUALDAD DE OPORTUNIDADES”

Originaria de una región que destaca por ser de las principales en migración, la Mixteca, Ángeles Cruz habla de la necesidad por igualdad de condiciones y no volcar la atención en las historias de éxito que, en ella, sólo causan resquemor.

Que haya historias de éxito no quiere decir que haya igualdad de condiciones y debemos de luchar por esas en las comunidades, por tener derecho a la educación y demás condiciones “para poder desarrollarnos de manera creativa, lúdica, científica, en todos los aspectos, en nuestros lugares”.