México bizarro da para una enciclopedia: Julio Patán

Para cuando se publicó el segundo volumen del libro México bizarro, el presidente Andrés Manuel López Obrador aún no establecía que la historia del país databa de hace unos 10 mil años (o que cuando aquí ya había imprenta, los búfalos pastaban en Nueva York).

Tampoco se había realizado un presunto homenaje al líder de la iglesia La luz del mundo, Naasón Joaquín García, en el Palacio de Bellas Artes; ni ese líder religioso había sido detenido por presunto tráfico humano o pornografía infantil.

Y quizá la pregunta salía sobrando, pero había que hacerla: ¿se acabó el México bizarro o sigue y da para más volúmenes? El escritor y periodista Julio Patán responde que no, que lo que se vive es “terrible” y dará para hacer una enciclopedia, una de 12 tomos “de los grandes”, como los que hay en una de tipo británico.

Si bien, ni él ni el historiador Alejandro Rosas quisieron hablar de lo más actual, como lo de la casa blanca en el sexenio de Peña Nieto o el tema del aeropuerto de Santa Lucía, en el gobierno actual, reconoce que lo que se vive “es grotesco” y que “la realidad parece que se nos impone”, y es necesario actualizar sus libros. A lo mejor se publica, en un par de años, un tercer volumen, adelanta el periodista cultural y autor de El libro negro de la izquierda mexicana, ya que hay todo tipo de historias que producen “una mezcla de risa, angustia y tristeza”.

“Los últimos tiempos del presidente López Obrador y su entorno, te dejan un poco de risa y muchísima amargura”, ahonda Patán.
En su segunda entrega, México bizarro reúne 91 textos, a manera de micro relatos que abordan lo mismo el concurso para elegir el nombre del primer panda nacido en cautiverio (fuera de China), y que recuerda a las consultas actuales, que la serie de Luis Miguel (y sobre la que hasta el mandatario federal entra al debate de si Luisito rey es el villano o no). En ambos casos, y quizá sin proponérselo, permea la política, al ser esta “muy bizarra” en el país, y “desde siempre”.

“Cuando Alejandro y yo escribimos los dos libros, teníamos ganas de reír, y creo que los libros te ayudan a eso”. Pero, agrega, también dejan un sabor agridulce y amargo, que hace pensar en “qué disfuncionales somos, cuántos errores hemos cometido y cuántas aberraciones hay”.

Con México bizarro, Patán y Rosas confían en que la gente se interese en lecturas más extensas sobre la historia y el devenir actual del país. Que la gente se enganche y quiera conocer más el fenómeno del presidencialismo o analizar a Enrique Krauze, “que es el gran pensador del presidencialismo”, entre otros temas, es lo que esperan loa autores del libro.

Editado por Planeta, el libro México bizarro se adentra en una variedad de temas, en donde la política no se limita a los personajes que participan de ella o los partidos, sino que esta (a diferencia del primer volumen) se observa en más ámbitos, apunta Julio Patán.