Pergentino José Ruiz: La literatura no conoce de clasificaciones
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Pergentino José Ruiz: La literatura no conoce de clasificaciones

El autor zapoteco plantea que para llevar las lenguas y culturas originarias a la literatura es necesario tomar distancia, de lo contrario se caerá en el costumbrismo


Pergentino José Ruiz: La literatura no conoce  de clasificaciones | El Imparcial de Oaxaca

¿Qué es lo que hace literatura a un texto? A Pergentino José Ruiz Buena Vista, San Agustín Loxicha, 1981), la pregunta ha rondado muchas veces por su mente. El autor de raíces zapotecos ha planteado sus respuestas no sólo desde su sitio como lector o escritor, sino desde el ser un hablante de lengua indígena de quien se espera que hable del campo, de las tradiciones de su pueblo, de lo que es esa parte de la región Sierra Sur. Incluso se le cuestiona el por qué su libro Hormigas rojas (Almadía) no habla de ello, si se supone que es de Loxicha.

LITERATURA NO ANTROPOLOGÍA

“Dicen: ¿y por qué no habla de los niños, de la montaña? Yo respondo que estoy haciendo literatura, no antropología”, cuenta el formado como profesor en la Escuela Normal Bilingüe Intercultural de Oaxaca (ENBIO) y que ejerciera la enseñanza en las aulas por casi una década.

Hoy, Pergentino se ha alejado un poco de las clases para cultivar, en cambio, su labor en la escritura o como intérprete de zapoteco de la Costa y de la Sierra Sur. Y ese camino, que fusionó a la par de la docencia, ha hecho que el considerado por sí mismo como narrador, siga debatiéndose entre la cercanía y lejanía con lo indígena.

Las lenguas indígenas son, básicamente, lenguas orales, y como en el zapoteco que habla, el alfabeto sigue en una construcción constante. “Pero de ahí a convertirlas en literario, ese es el gran dilema”, apunta quien para llegar a esta conclusión tuvo que desmontar varias ideas.

Pergentino, ganador en 2011 de uno de los Premios CaSa de Creación literaria, se inició en la literatura por la traducción, que tuvo que hacer del libro Aquí están los que se van (con poemas y fotos de Gabriel Quiroz).El libro fue traducido del español al zapoteco y se publicó en 2005 y significó el primer gran reto para el narrador, quien entonces tenía “una mirada muy escolar”.

LA CREACIÓN LITERARIA

Ese primer trabajo fue el que lo condujo a tomar conciencia sobre la creación literaria, que —señala— precisa de las lecturas. Él, que aunque gustaba de leer a autores como Franz Kafka o Fiodor, se dio cuenta de que para escribir no bastaba la iniciativa, como ocurrió con cinco cuentos que propuso para una beca. Cuatro de ellos eran, según su editora, malos; pero había uno bueno, explica. Por ello decidió seguir estudiando, y así se formó en literatura, en Valdivia, Chile.

Pergentino, que ha dicho que no pretende hacer antropología sino literatura, remarca la labor del autor, del escritor que siempre está mirando la realidad y que usa a la ficción como el pretexto para “decir algo de esa realidad”.

“Yo les digo que soy de Loxicha. Entonces, qué esperarían. Cualquier lector diría: ‘que hable de su pueblo’. Y no siempre hay que hablar del pueblo. Creo que ahí donde empezaría, que valorar la riqueza de la diversidad lingüística y cultural de Oaxaca, de cualquier parte del mundo, es una experiencia que siempre viene de regreso”.

TOMAR DISTANCIA

A eso, suma el tomar distancia, pues de lo contrario no se podrá lograr nada y se terminará en el costumbrismo, “como estas novelas del indigenismo” de autores como “Rosario Castellanos o el grupo de los indigenistas, que desde una mirada exterior están hablando de sus personajes indígenas”. Es complicado, aclara, pero necesario.

En su caso, el autor de Y supe qué responder, Flor de zarzamora y Lenguaje de pájaros va incluyendo los temas o aspectos de su comunidad, pero sin describir. “Eso te da referencia de tus lecturas, que te permiten ir decantando la realidad. No todo te va a servir. Siempre la realidad, pero con cierta distancia, y esa distancia se consigue con lecturas o viajes, o con otras tradiciones”.

LITERATURA NO CONOCE CLASIFICACIONES

La literatura, agrega, no conoce de clasificaciones, de que seas indígena o no. Solo es literatura y no defiende la idea de Estado-Nación. “A lo mejor se subdivide por una cuestión de nacionalismos, en lo que decimos literatura argentina, mexicana, iberoamericana. Pero la gran literatura va más allá de eso, es una mirada a lo humano”.

Pergentino considera que sí se pueden tomar elementos de las culturas y pueblos originarios, como la novela Pedro Páramo, de Juan Rulfo, que habla de la ruralidad, pero que construye un imaginario colectivo.

“(Ejemplos así) no entran las particularidades indígenas. O logras hacer un gran texto literario o como autor te queda al menos intentarlo”, zanja quien al inicio cayó en “el molde” o lo “que hacen todos los escritores indígenas”, ya que pensaba que la literatura se podía escribir caseramente e ir publicando. No obstante, supo que necesitaba tener al menos algunos lectores, algún amigo que leyera sus textos o el diálogo con algún escritor.