La “bestia humana”, vista por Óscar Camilo de las Flores
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Arte y Cultura

La “bestia humana”, vista por Óscar Camilo de las Flores

Expuestas hasta la primera quincena de este mes, las piezas del artista salvadoreño muestran inquietudes políticas y sociales, entre ellas la migración


Refugiado de guerra en México y Canadá, a causa del movimiento que entre 1980 y 1992 se desarrolló en su país, Óscar Camilo de las Flores (El Salvador, 1974) recrea la migración en Bestia Humana. En la exposición que hasta la primera mitad de este mes alberga el Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca, el dibujante y grabador que se siente “más mexicano que otra cosa” aborda temas políticos, pero también inquietudes personales.

“La política siempre fue parte de mi vida, de mi manera de pensar, de convivir incluso en Canadá con refugiados migrantes”, explica quien ve en su condición de refugiado y migrante los móviles hacia esos temas que percibe no comerciales, pero le han servido para ser irreverente.

Con 12 años de radicar en Oaxaca, luego de estar hasta sus 30 años en Montreal, Canadá, De las Flores ve en su producción una búsqueda e inquietud por comprender los efectos del mal, del crimen, de la injusticia y del gobierno. Además de ver las consecuencias de estos en las personas, por ejemplo, a través de la deshumanización de Centroamérica, América Latina y todo el mundo, o de la actitud fascista y el miedo que considera busca mostrar el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Llevar estos temas al arte le ha servido para comprender, relatar y pensar en la realidad, para evidenciar problema. También para ser alguien irreverente que no se somete, sino que dice lo que le da la gana, pues “siempre es bueno”.

En Bestia Humana, una exposición con dibujos y grabados de los últimos 15 años, el fundador de Arte Colectivo la Trinchera comparte 60 piezas cuyo eje es la figura humana. En sus obras se mezclan seres y se expone “la bestialización de la humanidad”, de cómo los humanos pueden ser ingobernables, crueles y faltos de empatía hacia los demás, como resultados muchas veces de los esquemas sociales, económicos e históricos.

“Joderse al próximo está tan hilvanado en las sociedades, es como histórico el maltrato, es complicado desafanarse y limpiar un poco esa decadencia. Es muy fácil participar y es complicado dejar de serlo”.

Miguel Vives, curador de la exposición, señala que la obra de Óscar es una con carga social e intelectual, con trasfondos políticos, sexuales, además de ser muy compleja en cuestiones técnicas y temáticas. Y por lo cual es necesario que se conozca más en México.