Oaxaca es una gran nación multicultural y pluricultural, en donde conviven pueblos con historia, con un pasado; es muy importante que los jueces, magistrados y ministros, cuando resuelvan algún caso relativo a nuestra entidad, consideren que las comunidades se rigen por sistemas normativos internos y al emitir una sentencia considerar ello, no se puede juzgar por igual a habitantes de los estados del norte con el sur, indicó el abogado Juan Antonio Álvarez Hernández, quien aspira a magistrado del Tribunal Colegiado en Materia Civil y Administrativa.
Al realizar un llamado a la ciudadanía a participar el próximo 1 de junio en que se renovarán puestos del Poder Judicial en todo el país, Álvarez Hernández indicó que el Poder Judicial de la Federación debe ser un poder fuerte, “con autonomía verdadera, con independencia verdadera, con una calidad de honestidad, de transparencia”.
En uno de los tres poderes de la Unión “quien juzgue no solamente debe ser un juez con altos títulos académicos, graduado en las mejores universidades del país y del extranjero, sino que debe ser un juez sensible, humanitario; con principios de moralidad sumado a que no se deje presionar por intereses de poderosos, de la gente rica, de la gente que tiene el control”, explicó.
La divisa del abogado es voltear a ver a los grupos en situación de exclusión. Quien aparecerá con el número 17 en la boleta en la boleta rosa referente a elección de magistradas y de magistrados del Poder Judicial de la Federación explicó lo esencial que es juzgar con perspectiva de derechos humanos.
Además, subrayó, “yo sí creo en la carrera judicial. Yo creo que hay personas que han dedicado su vida y han aprendido mucho en los tribunales, pero también creo en la carrera de los litigantes y creo en quienes los respalda una carrera académica”.
Al invitar a la ciudadanía a salir a votar por la o las personas de su preferencia, aceptó que “en las cárceles ni están todos los que son, ni son todos los que están, porque hay mucha gente también privada de la libertad de manera injusta”.
“Álvarez Hernández José Antonio, así aparezco en una de las seis boletas que recibirá el elector oaxaqueño, yo estoy en la color rosa y aparezco con el número 17”, indicó a quien lo respalda una amplia carrera en el sistema judicial.
Con ADN costeño “aunque nací en la capital”, indicó que es egresado de Derecho de la UABJO. “Hace 15 años me titulé con una tesis, con mención honorífica, en materia de derechos humanos”.

Explicó en entrevista con EL IMPARCIAL que fue defensor de oficio, oficial del Registro Civil; “aun siendo estudiante de la carrera presenté examen para actuario judicial, para secretario de un juzgado”.
Incluso, relata, ocupó el Juzgado Mixto de Primera Instancia de María Lombardo de Caso. “Me ha tocado venir escalando y creo que fui el juez más joven en la historia del Poder Judicial”.
También laboró como secretario ejecutivo de la entonces Comisión Estatal de Derechos Humanos; “y me tocó formar parte de ese grupo de formadores y educadores en derechos humanos”. A ello hay que sumar 28 años como académico, impartiendo clases en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la UABJO, que también soy académico de la Búho de la Anáhuac, también del Instituto de Ciencias Jurídicas”, indicó al relatar su larga carrera profesional, académica y en juzgados.
En la elección que en un principio le generó muchas dudas en participar, “considero que una reforma no puede quedarse únicamente en una elección popular, en un voto popular, porque entonces solamente tendríamos un lado de la moneda y se prestaría al juego político, que es el que tanto daño le ha hecho al país. El juego político de partidos y de verdad, de alianzas”, explicó como uno de los riesgos de esta elección.
“Sé lo que es un trabajo en un tribunal colegiado al que aspiro ahora como magistrado del Tribunal en materia civil y administrativa. Tenemos la oportunidad de cambiar o de hacer propuestas para una contrarreforma o una nueva reforma que mejore este sistema que se está implementando”, indicó.
Para concluir, el aspirante en la boleta rosa número 17, afirmó: “no he perdido la esperanza de que podamos vivir en un mundo más justo, en una sociedad más justa. Yo no he perdido la esperanza de que podamos combatir la corrupción, la inseguridad, no he perdido la esperanza de que a través de los tribunales podamos hacer una justicia para todos y para todas y traer beneficios”.