Un operativo coordinado logró un importante avance en la lucha contra los delitos de alto impacto en los Valles Centrales: fue detenido un individuo identificado como R.D.P.D., señalado como presunto responsable del delito de secuestro agravado, ocurrido en octubre de 2024. La acción permitió no solo la detención del implicado, sino el rescate con vida de la víctima. Cuyo caso mantenía en alerta a las autoridades. De esto informó la Fiscalía General del Estado de Oaxaca (FGEO) a través de un comunicado.
UN ENCUENTRO QUE TERMINÓ EN PESADILLA
De acuerdo con la investigación, la víctima se encontraba el 5 de octubre de 2024 en un barrio de Zimatlán de Álvarez, donde atendería a unas personas interesadas en la compra-venta de un terreno. Luego de trasladarlos al sitio, fue privado de la libertad. Poco después, sus familiares comenzaron a recibir llamadas extorsivas en las que se exigía una suma de dinero a cambio de su liberación.
La rápida respuesta de las autoridades, alertadas del hecho, activó un protocolo de búsqueda encabezado por la Unidad Especializada en Combate al Secuestro (UECS). Lo que permitió iniciar trabajos de inteligencia que resultarían cruciales para ubicar a los captores y garantizar la seguridad de la víctima.
RESCATE Y CAPTURA
Gracias al cruce de información y análisis táctico, se desplegó un operativo que culminó con el rescate exitoso de la víctima, sin daños físicos mayores. Paralelamente, los agentes especializados lograron establecer la identidad y ubicación de uno de los presuntos responsables, R.D.P.D.. Contra quien se ejecutó una orden de aprehensión.
Posteriormente, el detenido fue puesto a disposición de la autoridad ministerial. Y se encuentra en espera de que se determine su situación jurídica conforme a la ley.
UN PASO EN FIRME CONTRA LOS DELITOS QUE FRACTURAN EL TEJIDO SOCIAL
Por otra parte, este tipo de respuestas fortalecen la confianza ciudadana y evidencian que el combate frontal al crimen organizado es posible cuando hay coordinación, capacidad técnica y voluntad de justicia.
Finalmente, en un estado donde el secuestro ha dejado huellas profundas en diversas regiones, cada rescate y cada detención representan no solo una victoria institucional, sino una oportunidad de restituir la paz y la confianza en las comunidades afectadas.